Al tratarse de un país musulmán, el consumo de alcohol en Qatar 2022 estará seriamente restringido, aunque con cierta flexibilidad para los aficionados que vayan de otros países, pero no tanto como para no sancionarlos. Entérate por qué no se puede tomar en el Mundial.
Luego de que se confirmara el consumo de alcohol en ciertos inmuebles, pero con horarios restringidos, los mayores de 21 años podrán consumirlo en hoteles de lujo y bares con licencias, así como cerveza en los estadios.
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Pero los organizadores de Qatar 2022 ya alertaron que así como habrá flexibilidad para el evento, piden también respeto ante la cultura del país sede, como ocurrió en el Mundial de Clubes de 2019, en el que la Fan Zone era un área específica para el consumo de alcohol afuera de Doha y en la que el costo de cerveza, vino y otras bebidas fue menor que en hoteles.
Ahora en Qatar 2022 y a diferencia de otros Mundiales, los aficionados no podrán ingerir alcohol ni en los estadios (salvo que cuenten con entradas Hospitality) ni en la vía pública, pero sí en bares y discotecas en los que puedes ir a pasar el rato y divertirte echándote con tus amigos unos tragos, los cuales te saldrán al cuádruple de su costo en tu respectivo país.
En Qatar no se puede tomar alcohol, ¿por qué?
Básicamente la razón por qué no se puede tomar en Qatar se debe a una cuestión cultural y religiosa, pues las bebidas embriagantes no son parte de su cultura.
Bueno, sí y no pues, incluso, la palabra castellana “alcohol” procede del árabe “al-kuhl” o “al-ghawl” y aunque romanos y griegos conocían las técnicas de destilación, los árabes las mejoraron y utilizaron el término “al-kohol” para nombrar la sustancia resultante.
No obstante, el por qué no se puede tomar se debe a la religión predominante entre los árabes, el Islam, que siempre ha mantenido una relación tensa con el alcohol pues su consumo en cantidad excesiva altera las facultades mentales, imprescindibles para establecer una relación con Dios.
Además, es fuente de problemas de salud y de convivencia pues su uso y abuso estaba muy extendido en la península arábiga antes de la predicación de Mahoma, por lo que a medida que el Islam fue expandiéndose quedó patente que el alcohol se había convertido en un enemigo de la nueva forma de articular la sociedad.
El Corán, libro sagrado de los musulmanes, dedica duros pasajes contra esta sustancia. Sin negar que el alcohol puede contener algunas propiedades positivas, lo prohíbe tajantemente.
EG