A Julio César Chávez lo marcaron las adicciones. El gran campeón mexicano vivió momentos complicados, por culpa de las drogas y el alcohol, y llegó a perderlo todo: desde casas, terrenos, carros y grandes cantidades de dinero. Eso, sin embargo, no le impidió convertirse en una leyenda.
Chávez contó hace unos meses que aquella experiencia lo llevó a construir la clínica ‘Baja del Sol’, en Tijuana, Baja California. Recibió el apoyo de un grupo de personas que enfrentaron los mismos problemas y especialistas. Desde terapeutas y psicólogos hasta doctores.
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Ahí fueron llegando varias personalidades. Entre ellas, el exfutbolista de Chivas y León, Carlos Peña, quien prácticamente perdió su carrera por el alcoholismo. ‘El Gullit’ se consagró en Primera División con dos campeonatos como figura de La Fiera, que lo llevaron a disputar el Mundial de Brasil 2014 y a jugar con el Rangers de Escocia.
No obstante, su experiencia en el Viejo Continente agravó su consumo y entonces decidió internarse en la clínica de Chávez. En una entrevista, ‘Gullit’ confesó que su relación con el exboxeador mexicano lo ayudó a recuperar la tranquilidad y combatir su adicción.
“Estoy tranquilo. Tuve un problema de alcoholismo y fui con Julio César. Estuve en rehabilitación, no es difícil si uno quiere cambiar y si tienes gente que te apoya”, afirmó. Con el tiempo, Peña pudo regresar a jugar futbol, en la Liga de Balompié Mexicano, pero no con los mismos vuelos que antes.
AAH