En el cuarto round, los golpes siguieron lloviendo pese al sonido de la campana. Julio César Chávez y Jorge Arce volvieron a subir al ring en su tercer combate de exhibición para volver a mostrar los golpes que llevarona a ambos a la gloria, con resultado favorable para La Leyenda.
La Leyenda salió con una bata satinada en color blanco, pero arriba del ring vistió una camiseta negra y pantaloncillo blanco con la bandera tricolor en los costados; mientras que El Travieso lo hizo con camiseta blanca y pantaloncillo en mismo color y vivos rojos.
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En el primer round fue Jorge Arce el que tomó la iniciativa, fue para adelante, mientras Chávez aguantó y despertó a la mitad del episodio, aplicando el “1,2” al Travieso, que no se quedó atrás y ambos intercambiaron golpes en la recta final del round, con una Leyenda conectando más en la careta de su contrincante.
En el segundo episodio fue nuevamente Arce quien encendió la furia de Chávez, quien se salió de las cuerdas e invirtió los papeles. Arce recibió metralla en el cuerpo y la careta, con Chávez buscando conectar un upper que le diera el triunfo, pero El Travieso los burló y conectó más cruzados.
En el tercero siguió la misma tónica, y fue Arce quien se llevó la peor parte con los golpes del Gran Campeón, sin embargo, El Traviso le faltó al respeto a la Leyenda, con golpe que le dobló las piernas y que sacaron el coraje del de Ciudad Obragón. Al final del episodio ambos siguieron trenzados hasta después del sonido de la campana, incluso Chávez le soltó una patada a su contrincante.
En el cuarto y último vino la metralla por parte de ambos, con combinaciones directas a las caretas que dejaron picados a ambos peleadores, al grado de que después de sonar la campana, ambas esquinas tuvieron que salir por sus peleadores que no dejaban de pegarse.
Al final, el cinturón otomí le fue entregado a JC Chávez, quien reconoció y desde su perspectiva le dio el triunfo al Travieso. Además, ambos dejaron abierta la puerta para una cuarta pelea entre ambos.
FDR