Anry Ruiz reapareció tras año y medio fuera de los encordados, lo hizo ante Chris Arreola, con un triunfo por decisión unánime para mostrar la nueva versión de The Destroyer que busca pelear por los títulos del mundo en la división de los pesados, pese a los abucheos del público y la desaprobación y semblante de incredulidad del Nightmare.
Ruiz, ataviado en color morado y dorado, saltó al ring acompañado de su padre y su hijo, tres generaciones de 'Andys', arropando al peleador de 31 años que buscaba volver a ser campeón, con la pelea frente a Arreola como el primer escalón a ese objetivo.
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En el primer round Ruiz buscó las zonas blandas de Arreola, quien retrocedía mucho y no sacó ni un golpe de poder. Un derechazo le entró de lleno al de pantaloncillo azul, que no se paralizó y siguió de pie, aunque prendido por la ofensa. En el segundo, vino el desquite The Nightmare, cuando mandó al Destroyer a la lona, con un derechazo que lo dejó inflamado del pómulo.
El tercer episodio volvió a mostrar titubeo de Ruiz, las piernas parecían ser dobladas tras dos contactos directos de Arreola. Algo pudo hacer el excampeón de los pesados para tomar un respiro, entre eso un par de abrazos para sacar aire y al final volvió a entrarle a su oponente con otro golpe directo que pareció no hacer mella en él. Al siguiente, se vio mejor Ruiz con más movimientos, esquivando y lanzando golpes, haciendo retroceder a Arreola.
Ambos peleadores bajaron su poder en el quinto round, los dos más cuidadosos, pero el sexto inició con tres golpes sendos de Ruiz al rostro de Arreola que le hicieron rebotar la cabeza. Al final del séptimo, Destroyer lanzó una combinación que hizo titubear a su rival, pero la campana lo salvó. La inteligencia y mesura parecían de Ruiz, pero el oportunismo y el golpeo de Arreola.
Chris se quejó del hombro en el noveno, aparentemente por un golpe del Destroyer, pero al final siguió en la pelea. Ruiz empezó a usar los movimientos de cintura, aunque ya con un ritmo cansino, aunque era el que más golpes lanzaba.
El agotamiento llegó primero a Chris Arreola. Lo mostró más en el onceavo round, pero ni en ese ni en el decimosegundo lo pudo aprovechar Ruiz, dado que en el último, sabedor del número de golpes lanzados y de su actuación, se dedicó a proteger esa ventaja para intentar ganar la pelea por medio de las tarjetas.
Y así fue. Pero Arreola se mostró molesto con los jueces ante la decisión, mientras Ruiz aseguró que se sintió bastante oxidado tras tanto tiempo fuera de la actividad. Se notó. El trabajo de Ruiz deberá ser más intenso para tener una oportunidad ante nombres más pesados como Joshua o Fury, que a estas alturas lo volverían a sumir en el abismo.
FDR.