Julio César Chávez pudo salir de las drogas, del alcoholismo y las malas compañías, pero hay quienes no cuentan la misma historia, como este ex pugilista que fue su rival y hoy vive de las propinas que le dan algunos jóvenes que le apoyan con algo de dinero a cambio de unas clases de box.
La vida de un boxeado suele estar llena de mucho dinero, lo cual es el principal riesgo para perder el piso y dar malos pasos en la vida, al punto de perderlo todo y vivir en la pobreza, como tantos ex peleadores mexicanos que ahora viven al día, sin los reflectores, reconocimiento y fama, así como los amigos que antes tenían, cuando todo era color de rosa.
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¿Quién es el boxeador que fue rival de Julio César Chávez y hoy vive de propinas?
Su nombre es Manuel Navarro Vázquez, pero era conocido como el Topo Gigio, pugilista que en los años 80, en la veteranía de su carrera, pudo enfrentar a Julio César Chávez, a quien le aguantó siete rounds, pues lo consideraba como un peleador muy duro. Pero no fue la única leyenda al que enfrentó, pues en su momento noqueó al entonces campeón mundial Guadalupe Pintor, entre otros, no sólo en México, también en varias partes del mundo como Las Vegas o República Dominicada.
Pero la vida le jugó chueco y, de ganar 350 mil pesos por pelea, el ex pugilista tuvo que lidiar con la pobreza, la cual ahora padece a sus 66 años de edad, en las calles de la colonia Norberto Ortega, en Hermosillo, Sonora, donde lucha a diario para comer algo y no pasar frío. Los ingresos los obtiene de las clases de box que puede llegar a dar a algunos jóvenes, aunque no cuenta con manoplas profesionales, pues sólo usa un par de ellas hechas a mano.
Doy gracias a Dios porque salen algunos trabajitos por ahí y gracias a eso tengo para comer, ahorita no traigo nada, pero sigo ofreciendo las clases de box a los jóvenes, algunos me tiran con 20 ó 50 pesos”, se le ve decir a Don Manuel en un video que circula en redes sociales, el cual expuso su caso.
Después de visibilizar la situación del boxeador en redes sociales de un medio local, varios aficionados pudieron brindarle ayuda al veterano peleador, quien tuvo dos hijos, pero uno de ellos murió al caer de un edificio y, aunque tiene algunos familiares, no se han hecho cargo de él. La ayuda que la gente le envía se la deja con su vecina, la señora Loyda León Gutiérrez.