Bien es sabida la historia de Julio César Chávez con las drogas, el alcohol y cómo le afectaron en el deporte, pero pocos conocen cómo comenzó esa historia de terror con las sustancias prohibidas, la cual comenzó con una pelea que provocó la caída del Gran Campeón en ese tenebroso mundo.
Actualmente, Julio César Chávez pelea las batallas de su hijo, el Junior, quien de a poco se recupera tras haber tenido una recaída en las drogas. Ese camino ya lo recorrió el boxeador en la década de los 90, cuando su carrera alcanzó la cumbre deportiva, pero al mismo tiempo se sumergía en una oscuridad que terminaría por eclipsar su carrera años más tarde.
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¿Cómo empezó Julio César Chávez a consumir drogas?
Las adicciones de Julio César Chávez comenzaron en 1992, después de que varias ocasiones ya le habían ofrecido algún tipo de sustancias, pero fue un año después que confesó tener problemas de adicciones, mientras se mantenía como un peleador profesional y en lo más alto de su carrera.
En entrevista de hace algunos años con Gustavo Adolfo Infante, el César del Boxeo dijo qué pelea lo llevó a consumir drogas por primera vez en su vida y cómo fue su incremento de consumo, el cual llegó a ser de hasta ocho gramos de cocaína diarios en el desayuno.
Fue después de la pelea contra Macho Camacho", dijo el retirado pugilista sonorense. "Ya me habían ofrecido varias veces antes, pero ahí fue la primera", confesó.
En el libro bigráfico de Julio César Chávez, escrito en parte por su hermano, Rodolfo Chávez, quien le acompañaba en sus peleas como parte de su esquina, señaló cómo fue ese momento y cómo vio a su hermano tras vencer por decisión unánime a Camacho.
Al arribar a la suite del hotel Hilton un fiestón nos esperaba, charolas con comida de distintos platillos, cerveza, vino y la alegría presente con nosotros. El cantante José José y el Piporro estuvieron conviviendo con Julio gran parte de la noche. Durante la madrugada, entre las tres y las cuatro, me llamó la atención que Julio había estado tomando y no lo veía mal, por el contrario, lo veía muy avipado y feliz; pensé: '¿Qué más le puede pedir a la vida?'.
Después de aquella noche, Julio César Chávez confesó que dejaba las drogas mes y medio, después un mes, hasta que ya no pudo poner resistencia al consumo de drogas, aceptando incluso que llegó a pelear bajo los influjos de sustancias prohibidas.