Uno de los aspectos que caracteriza a la mayoría de los pugilistas en la historia del boxeo nacional es el carisma con el que cuentan. Un ejemplo de ello es este campeón mexicano, mismo que tenía todo para convertirse en el más grande del país pero que, sin embargo, terminó hundido y olvidado gracias a su adicción al alcohol.
A mediados del siglo pasado, surgió un pugilista nacional que nació en el Estado de México y que, en poco tiempo, llegó a ser uno de los más populares de la República por lo que hacía en el ring, mismo que lo arropó desde un principio y que lo ayudó a ser un verdadero referente para otros atletas de esta disciplina en el futuro.
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Esta historia es protagonizada por José, el Toluco López, mismo que llegó a tener un carisma pocas veces antes visto que le valió para ser reconocido por un expresidente de la República pero que, a su vez, tuvo que ver con el triste final que vivió, el cual estuvo lleno de problemas derivados con el alcohol.
Toluco López, el campeón mexicano que terminó hundido en el alcohol
Después de haber vivido seis años en Real del Oro, el Toluco comenzó su etapa en la capital del país presenciando a íconos del cine mexicano e inmiscuyéndose, poco a poco, en el mundo del boxeo. López conquistó esta disciplina a través de las 118 libras guardando consigo una cantidad importante de victorias por la vía del cloroformo, mismas que lo hicieron debutar con dos triunfos consecutivos.
Su agresivo estilo de pelea, aunado al carisma natural con el que contaba, lo hicieron convertirse en uno de los héroes populares más brillantes de aquellos años. Dicha situación hizo que el Toluco comenzara a tener una “doble vida”, pues mientras seguía en el ambiente profesional, comenzó a estrechar lazos de amistad con personalidades del ambiente artístico, destacándose Javier Solis, Libertad Lamarque, María Victoria y Pedro Infante.
Con apenas 22 años, José se convirtió en el campeón mexicano más popular de aquellos años luego de vencer a su rival Fili Nava para adjudicarse el campeonato nacional de los pesos Gallo en mayo de 1955. Tres años después comenzó una de las rivalidades más interesantes contra José, el Tepiteño Medel, a quien enfrentó y con quien cayó en un par de ocasiones, generando así el desenlace de su carrera.
La derrota ante Medel (quien también decayó por haberse ganado el odio de la gente) provocó un cambio sustancial en la personalidad del Toluco. Pronto, este comenzó a gastar su dinero en cantinas y ambientes relacionados con el alcohol, sustancia relacionada con su fallecimiento el 16 de diciembre de 1972 con apenas 40 años de edad y que lo acompañó en sus últimos años de vida.
José López, que nunca fue una persona preparada y que vivió una niñez de constante pobreza, no dejó herencia a sus familiares más que un reloj y una esclava de oro con su nombre, mismas que fueron entregadas por un Adolfo López Mateos que, durante su presidencia, confesó ser un rotundo admirador del mexicano.
AC