El pugilismo es, actualmente, uno de los deportes más vistos a nivel mundial. La mayoría de su mercado proviene del ambiente masculino, por lo que luce interesante conocer quién fue el primer boxeador que se declaró abiertamente homosexual en medio de los prejuicios que aún existen alrededor de la comunidad LGBT.
Tal y como ocurre con la mayoría de los deportes en el mundo, el boxeo trae consigo una serie de aspectos machistas y misóginos que impiden que todas las personas puedan disfrutar de este a plenitud, por lo que muchos atletas se esconden en las penumbras evitando demostrar como realmente son para evitar críticas y burlas al respecto.
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Sin embargo, existe un boxeador que minimizó dicha situación y que, hace algunos años, tomó la decisión de mostrarse abiertamente homosexual ante las miradas del ambiente profesional, quien después de un periodo de adaptación supo arroparlo considerando, además, que llegó a ser uno de los mejores de su país en las últimas décadas.
Orlando Cruz, primer boxeador en declararse homosexual
Orlando Iván Cruz Torres es un pugilista profesional que nació en Puerto Rico el 1° de julio de 1981, que llegó a representar a su país como amateur en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 y que tiene la dicha de proclamarse el primer boxeador abiertamente homosexual en llegar al profesionalismo.
Orlando se mostró completamente al mundo el 4 de octubre del 2012 al emitir un comunicado que se volvió viral en el ambiente digital gracias a lo escrito en el mismo: "Siempre he sido y seguiré siendo un orgulloso puertorriqueño. Siempre he sido y seguiré siendo un orgulloso hombre gay”.
En un deporte que refleja una imagen de hombres rudos y varoniles, el puertorriqueño tuvo el valor de mostrar su lado más privado ante los medios. En un principio sintió miedo; sin embargo, el respaldo de figuras como Miguel Cotto y Ricky Martín lo ayudaron a sobreponerse de las adversidades.
Orgulloso de quien es, Orlando sorprendió a propios y extraños en octubre del 2013 al enfrentar al mexicano Orlando Salido, en un combate por el título mundial de las 126 libras en Las Vegas, Nevada. El puertorriqueño perdió por nocaut en el séptimo episodio; sin embargo, lo que quedó guardado en la historia del boxeo fue su entrada, misma en la que apareció con los colores del colectivo LGBT.
Hoy en día, el latino de 41 años de edad es recordado en el mundo del pugilismo por dos puntos, ser relevante arriba del ring gracias a su velocidad y potencia y, además, convertirse en el primer boxeador en declararse abiertamente homosexual: “la gente me ha dicho que soy una inspiración por haber salido del armario”.
AC