Son más de 100 peleas las que Julio César Chávez tuvo en su etapa como boxeador profesional, mismas que lo hacen, de acuerdo con muchos expertos, la máxima leyenda mexicana del pugilismo en la historia. En una de estas, el atleta venció a medio gas a uno de sus rivales, el cual terminó desfigurado tras los golpes de este.
Hoy en día, Julio César Chávez ha tenido que lidiar con los problemas de sus hijos y con la resaca que significan los años, así como las lesiones que tuvo en el pasado. Curiosamente, en su máximo apogeo este tuvo la oportunidad de enfrentar a un pugilista nacido en Estados Unidos, mismo que terminó desfigurado después de caer ante él.
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Julio César Chávez guarda consigo un palmarés sumamente llamativo que lo hace un pugilista trascendental, así como una auténtica leyenda del boxeo mundial. Y para muestra de ello está lo ocurrido hace poco menos de 30 años, cuando derrotó al atleta norteamericano mismo que quedó totalmente desfigurado pese a haber llegado como campeón a la batalla.
Julio Cesar Chávez: El rostro de su rival quedó desfigurado
Durante su etapa como profesional, Julio César Chávez tuvo la oportunidad de subir al ring en 115 ocasiones. De estas, 107 terminaron en victoria, dos empates y seis descalabros; curiosamente, en los triunfos acumulados 86 fueron por la vía del cloroformo mientras que 21 por decisión, aunque en sus derrotas dos fueron por decisión y dos más por nocaut.
Uno de estos llegó el 12 de octubre de 1994, cuando el estadio de Béisbol de Monterrey, en Nuevo León, presenció la brutal victoria que el nacido en Ciudad Obregón tuvo ante Tony López, un boxeador que nació en la ciudad de Sacramento y que llegó a esta función después de retar a El César y como tricampeón de su categoría.
Tony López no era ningún desconocido en el ambiente internacional y, consciente de esto, se supo con el nombre necesario para retar al mejor pugilista en la historia del país. La situación, sin embargo, no fue como se esperaba. López recibió una de las golpizas más importantes en su carrera y su rostro, incluso, quedó desfigurado después de la derrota que consumó en territorio regiomontano.
El cinturón mundial que había obtenido y el hecho de haber vencido a otros rivales a los que Julio César Chávez había enfrentado en el pasado no fue suficiente. Y hoy, a prácticamente 30 años de esta función, vale recordar una de las muestras más importantes que Chávez González tuvo en su etapa en el pugilismo profesional, quien con ello mantuvo el campeonato superligero del CMB.
AC