Julio César Chávez Jr. atraviesa un nuevo capítulo en su carrera profesional y promete que esta vez llegará al ring con una determinación diferente. El excampeón mexicano volverá a pelear el próximo 24 de enero en San Luis Potosí frente al argentino Ángel Julián Sacco, en una función especial donde compartirá cartelera con su padre y su hermano.
Después de un año marcado por complicaciones legales y su deportación a México, el sinaloense aseguró que ese duro tramo personal le sirvió para reencontrarse con la pasión que había perdido por el boxeo. Según reconoce, las adversidades fueron el motor que lo empujaron nuevamente hacia la disciplina que marcó su vida.
También envió un mensaje a quienes lo consideran al borde del retiro. Con tono desafiante, adelantó que su regreso no pasará desapercibido y que el público se llevará una sorpresa cuando vuelva a subir al cuadrilátero.
“No me den por acabado”
Consciente de las dudas que genera su retorno, el púgil afirmó que llegará con una versión renovada de sí mismo. “No se pierdan la pelea. Y que no me den por viejo, ni por acabado, porque se van a llevar una sorpresa”, expresó en diálogo con La Pelotera Mx.
Asimismo, aseguró que ese impulso competitivo reapareció tras un año complicado: “Parece que cuando hay más dificultades a veces uno le echa más ganas, entonces hay que seguir adelante”.
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Posteriormente, reconoció que esta mentalidad le habría servido en etapas anteriores de su carrera: “Me volvió a entrar las ganas de pelear y le estamos dando con todo. Me hubiera gustado tener esta mentalidad hace algunos años, fui campeón del mundo, pero me hubiera gustado tener esta mentalidad porque disfruto más de lo que hago”.
Agradecimiento a su padre y un compromiso renovado
Chávez Jr. sostuvo que siempre buscó ser auténtico frente al público, incluso en los momentos más difíciles relacionados con sus adicciones. “Es la finalidad de mostrarse como uno es, porque es una vergüenza decir cosas que no son, o estar en un estado que no es”, señaló.
Al mismo tiempo, destacó el respaldo permanente de su padre, Julio César Chávez, figura clave en su recuperación y preparación. “Trato de ser transparente y enfocarme en el box, porque la verdad es una bendición tener un papá como el que tengo y ser boxeador”, concluyó, convencido de que esta etapa puede marcar un nuevo comienzo en su trayectoria.
