Manny Pacquiao es, sin duda, uno de los boxeadores más emblemáticos y reconocidos de la historia, pero incluso las leyendas tuvieron que atravesar momentos difíciles. A los 17 años y con apenas un año como profesional, “Pac-Man” sufrió la primera derrota de su carrera en un combate que pasó a la historia, aunque por razones poco conocidas: fue derrotado por un compatriota poco recordado, Rústico Torrecampo, un boxeador que acabó con el invicto del filipino pero que nunca logró coronarse campeón mundial.
El 9 de febrero de 1996, en Mandaluyong, Filipinas, se enfrentaron estos dos jóvenes boxeadores en un combate pactado a 10 asaltos. La pelea despertó interés local, con un estadio lleno de aficionados que apoyaban a sus compatriotas. Torrecampo, considerado favorito por la afición, sorprendió a todos en el tercer asalto con un potente nocaut que terminó con la racha invicta de su rival y dejó una huella imborrable en la carrera de ambos pugilistas.
Aunque esta victoria debería haber impulsado la carrera del vencedor, la realidad fue muy distinta. Su nombre quedó casi en el olvido, ya que nunca logró un título mundial y se retiró temprano del boxeo. En cambio, Manny, pese a este traspié inicial, construyó una carrera brillante y terminó en el Salón de la Fama del boxeo, convirtiéndose en una verdadera leyenda del deporte.
El nocaut que sorprendió a Filipinas
El combate entre los compatriotas se llevó a cabo en Mandaluyong, un recinto pequeño pero lleno de fervor patriótico, donde el público local esperaba ver a dos jóvenes promesas del pugilismo darlo todo en el ring. Los primeros dos asaltos fueron de estudio, con ambos peleadores midiendo fuerzas y buscando la estrategia correcta. Sin embargo, en el tercer asalto, Rústico aprovechó un descuido de su contrincante y conectó un gancho izquierdo directo a su oponente.
El golpe fue contundente y fulminante, enviando al ahora campeón mundial a la lona y obligando al árbitro a detener la pelea. Lo que parecía una simple pelea más en la carrera de Pacquiao terminó siendo un momento histórico, pues nadie esperaba que un joven tan prometedor fuera noqueado tan pronto y por un rival desconocido para muchos.
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Rústico Torrecampo: El boxeador que derrotó a Pacquiao pero quedó en el olvido
Rústico Torrecampo llegó a ese combate con muchas expectativas, visto como una figura ascendente en el boxeo filipino. Su estilo agresivo y su confianza en el ring lo convirtieron en favorito en esa pelea frente a Pacquiao. Sin embargo, pese a su sorprendente victoria, este no pudo aprovechar la oportunidad para consolidarse como campeón mundial ni para alcanzar fama internacional.
Después de su triunfo contra la leyenda, tuvo una carrera discreta y corta. En una de sus peleas más importantes, perdió por puntos frente a Leo Ramírez, perdiendo así la oportunidad de obtener un título nacional. Poco tiempo después, decidió retirarse del boxeo, quedando como una figura casi desconocida fuera del círculo del boxeo filipino.
Lo que significó la derrota para Pacquiao y su posterior resurgimiento
La derrota ante su compatriota fue un duro golpe para el joven “Pac”, que hasta ese momento mantenía un récord invicto. Sin embargo, esta experiencia temprana le sirvió como aprendizaje y motivación para mejorar su técnica y fortaleza mental. Fue la única vez que perdió en sus primeros 12 combates y, tras este traspié, no volvió a caer en combate durante mucho tiempo.
Pacquiao decidió subir de peso y adaptar su estilo, usando guantes más pesados y desarrollando una velocidad y agilidad que lo harían imparable en el futuro. Esta derrota inicial no hizo más que cimentar su determinación para convertirse en uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos, logrando múltiples campeonatos mundiales y consolidando un legado que ningún otro pugilista filipino ha alcanzado.
