La pelea entre Saúl Álvarez y Terence Crawford marcará un antes y un después en el boxeo mexicano. Por primera vez desde 2009, el púgil tapatío no estará en la televisión abierta nacional, rompiendo una tradición que lo había mantenido cercano a millones de hogares en el país.
Netflix adquirió en exclusiva los derechos de transmisión del combate del 13 de septiembre, dejando fuera a Televisa y TV Azteca, cadenas que habían transmitido las últimas 21 peleas del campeón indiscutido. El movimiento de la plataforma responde a una estrategia para fortalecer su presencia en el deporte y captar suscriptores con uno de los duelos más atractivos de los últimos años.
Aunque el oriundo de Guadalajara buscó que el evento también pudiera verse en México sin necesidad de pagar por streaming, los acuerdos comerciales no lo permitieron. Tanto críticos como directivos del boxeo coincidieron en que la decisión afecta directamente a la afición mexicana, que ahora dependerá de una suscripción para seguir a su máximo referente.
El esfuerzo del Canelo no fue suficiente
De acuerdo con David Faitelson, el propio Álvarez insistió en que sus combates pudieran llegar a la televisión abierta, recordando que “el Canelo intentó que todas sus peleas se vieran, tanto en TV Azteca como en Televisa”. Sin embargo, en esta ocasión su influencia no tuvo efecto, pues Netflix no cedió en la negociación.
Además, Televisa había anticipado la imposibilidad de transmitir la función, lo que incluso provocó ajustes en su programación, como mover el Clásico Nacional para la misma fecha en horario estelar, en una clara respuesta a la plataforma de streaming.
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Reacciones en el boxeo y el impacto para los aficionados
Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, mostró su inconformidad: “Pierde el deporte con esta decisión, que por cuestiones comerciales y de contratos, no dejará que el pueblo de México disfrute al Canelo”. En la misma línea, Rodolfo Vargas, de TV Azteca, calificó el hecho como un episodio histórico y lamentó que se rompiera una cláusula que contemplaba abrir una ventana para México.
La decisión refleja un cambio en la industria del boxeo y en la forma en la que los fanáticos acceden a las grandes funciones. Tal como señaló el narrador Carlos “Zar” Aguilar, “el mundo del boxeo está cambiando” y cada vez será más frecuente que los eventos de alto perfil se trasladen al streaming, alejándose de la tradición de la televisión abierta.
