Lionel Messi es el presente del Barcelona. Ansu Fati, el futuro. Los dos, sin embargo, han coincidido en un mismo tiempo para darle alegrías a los aficionados blaugranas. En el inicio de la fase de grupos de la Champions League, los dos resolvieron la victoria de su equipo ante el Ferencváros húngaro (5-1) y sumaron los primeros puntos en la edición 2020-21.
Primero fue Messi y luego Ansu Fati: uno de penalti, al minuto 42, después de una jugada en la que desbordó, se cayó y recibió el respaldo del árbitro dentro del área; y el otro con un remate de volea, que mandó al fondo de las redes con la espinilla (42'). Al 2-0 que lograron juntos se sumó un tercer tanto de Philippe Coutinho (52'), con el que el Barça manejó las cosas con mayor tranquilidad.
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Messi y Fati no son dueños del tiempo, pero sí de dos épocas que se conectan. El presente y el futuro. Con el 10 argentino, los blaugranas han empezado un nuevo intento -y muy probablemente el último con él- por ganar de nuevo la Orejona. Como aliado, y apenas 17 años, el bisauguineano nacionalizado español sumó su talento para ser heredero de la estafeta.
Los récords, además, los siguen sin importar la edad. Mientras Messi se convirtió en el segundo jugador (detrás de Ryan Giggs) en marcar al menos un tanto en 16 ediciones diferentes de la Champions, Fati entró en la historia como el primer jugador que marca dos goles en el torneo antes de cumplir 18 años.
La historia parece escrita para ambos en el Barcelona. El rey y su heredero. La magia y el desparpajo. Con ayuda de los dos, el Barça encontró su primera victoria en la nueva edición. Poco afectó la expulsión de Gerard Piqué en los últimos minutos y el gol de Ígor Jaratin (70'), desde el manchón de penalti. Pedri y Dembélé, incluso, tuvieron tiempo para el 4-1 y 5-1 (82' y 89'). Pero la victoria deja algo más que eso. Que el presente y futuro culé conviven en un mismo tiempo y lugar, y defienden la camiseta del Barça.
AAH