Gustavo Matosas terminó su ciclo como presidente deportivo del Club Veracruzano de Futbol Tiburón, en la Liga de Balompié Mexicano (LBM). El uruguayo notificó su decisión y presentó su renuncia al cargo que desempeñaba, debido a la falta de solvencia económica dentro del club.
Por medio de un comunicado, el extécnico bicampeón con el León explicó los motivos que orillaron su salida y adelantó que seguirá ligado al futbol al lado de su papá, Roberto Matosas, quien también rescindió su contrato como detector de talentos para las fuerzas básicas.
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“He decidido desvincularme del Club Veracruzano de Futbol Tiburón por no convenir a mis intereses deportivos. Agradezco a la directiva del equipo por la invitación, donde me pude percatar del inmenso talento veracruzano. Así mismo, en breve anunciaré de mis próximos proyectos donde buscaré regresar a Veracruz la identidad y alegría del futbol”, dijo.
Matosas duró cuatro meses como directivo de los veracruzanos, pero enfrentó la falta de solvencia económica que, recientemente, provocó un paro de actividades de los jugadores por dos quincenas de adeudo. Su partida se dio justo un día después de que el plantel diera a conocer los manejos de sus dueños.
“Nos vemos en la necesidad de exponer nuestra inconformidad hacia el club, por incumplimiento y faltas de pago salarial correspondiente a dos quincenas, ya que al día de hoy (3 de noviembre de 2020) no se ha recibido pago alguno sobre el adeudo total”, refirió el comunicado de los jugadores.
Sin presidente deportivo ni fondos económicos, el Club Veracruzano de Futbol Tiburón, encabezado por Diego Bartolotta, enfrenta una nueva crisis en la primera temporada de la LBM.
AAH