Lunes 16 de Septiembre 2024
LIGA MX

ENTREVISTA: Jorge 'El Indio' Solari, recuerdos del América y un héroe llamado Santiago

En el sur de Rosario, el exestratega argentino levanta el teléfono y regresa el tiempo a 1997, el año en que dirigió a las Águilas, el nuevo club de su sobrino.

Jorge 'El Indio' Solari dirigió al América en 1997. Consiguió un liderato, llegó a los cuartos de final y decidió irse en su segundo torneo..Foto: EspecialCréditos: Foto: Especial
Por
Escrito en FUTBOL el

A Jorge Solari le dicen ‘El Indio’ por su manera de jugar en el sur de Rosario. Corría de acá para allá, pateaba pelotas, piedras, se trepaba a los árboles; tenía una resistencia superior a la de la mayoría de los jugadores. El apodo se hizo conocido en la década de los sesentas, cuando pasó de Newell’s a Vélez. Y lo acompañó en todos los lugares que estuvo, incluido el América.

El ‘Indio’ es hermano de Eduardo, tío de Santiago, Esteban y David, y de la modelo Liz Solari. También, el padre de Jorge, Paola y Natalia (la esposa de Fernando Redondo), y el abuelo de Augusto, el mediocampista de Racing. El árbol genealógico de los Solari es una saga familiar que respira, anda y habla de futbol, aunque todas sus piezas estén repartidas por el mundo.

En el grupo de WhatsApp de los Solari, los últimos mensajes tenían que ver con Santiago y su llegada al América. El ‘Indio’, que no es tan asiduo al teléfono, llegó hasta el final. La noticia lo llevó al verano de 1997, cuando lo llamaron del mismo destino; y entonces recordó el liderato del primer torneo, la falta de refuerzos, los cuestionamientos del público y la directiva, la eliminación en cuartos de final contra el Morelia. Todo le vino de golpe.

Foto: Especial

“Los directivos eran nuevos y estaban preocupados, porque tenían miedo de no clasificar. Armamos un equipo no tan ofensivo como estaba acostumbrado el América y la gente de México. La meta era sacar puntos y asegurar la clasificación. Pero la afición se disgustó mucho. No le gustaba cómo jugaba el equipo y tenían razón, porque a mí tampoco”, dice, desde Rosario, mientras una bandada de pájaros cantores lo sorprende en el patio de su casa.

“Siempre pasan por acá”, explica. “Son parte de la familia (se ríe)”. Desde que Santiago se fue a España para dirigir al Castilla, el equipo filial del Real Madrid, los Solari dejaron de verlo por Rosario. La última vez fue hace tres años. “Yo no voy para allá y Santiago viene sólo tres o cuatro días para pasar las fiestas y vuelve a irse”. Y sin embargo todos, los más grandes y los más chicos, están enterados de todo lo que ocurre dentro del clan.

¿Qué hace diferente a Santiago?

Santiago es un chico que nació en una cancha de futbol. Él tenía la casa acá, en medio de un campo deportivo, rodeado por 52 canchas de futbol y salía y jugaba con sus hermanos en el club Renato Cesarini (fundado en 1975 por él y su hermano Eduardo). Le fue bien con River Plate, el Atlético, el Real Madrid, el Inter de Milán. Luego, también como técnico. Tiene muchísima experiencia y puede volcarla en los más jóvenes.

¿Es el mejor del clan?

Por todo lo que hizo y los equipos en los que jugó, sin duda. Es como un héroe. Pero también los demás anduvieron muy bien. A Augustito le han tocado buenos momentos en Racing, tiene pasta para destacarse y seguir sus pasos.

¿Cómo fue verlo en el Real Madrid?

Especial, vivíamos todos los días a la expectativa. Dirigir al Real Madrid es muy difícil. Más porque ese equipo venía en caída. Se había ido el francés (Zinedine Zidane) y le dieron la oportunidad a él, que venía trabajando en divisiones inferiores desde hace tiempo. El equipo estaba medio desmembrado. Sabíamos que iba a ser difícil y costó bastante. Pero es un muchacho que tiene mucha capacidad y que ha crecido mucho en todo sentido.

Foto: EFE

¿Alguna vez le pidió un consejo?

No era necesario. En reuniones, sobremesas y fiestas de fin de año, nosotros hablamos un 90 por ciento de futbol y 10 por ciento de las demás cosas. Y ellos, desde pequeños, nos escucharon, entendieron cómo pensamos y tal vez de esa manera los fuimos formando. Después, encontraron su camino. Pero también hablan y opinan como opinamos nosotros, con la misma posibilidad de estar de acuerdo o no. El secreto está en saber escuchar, porque seguramente así uno puede adquirir mejores conceptos para su carrera.

¿Por qué los Solari son sinónimo de futbol?

Acá los chicos viven en el club. Y cuando salen del club tienen: canchas para el norte, para el sur, para el este y el oeste. En cualquier lado, hay chicos jugando. A eso se agregan los entrenamientos y los técnicos que los conducen. Es muy difícil que salga de acá alguien que no sea jugador de futbol. Nuestra pasión es esa.

Foto: Especial

¿Qué fue el América en su carrera?

Es un equipo especial. Nosotros fuimos por intermedio del ‘Gringo’ Giusti y Miguel Zelada, que nos asesoraban y aconsejaban con respecto al equipo. Tengo los mejores recuerdos. Lo único que lamento es no haber tenido el equipo que yo quería y que el público pedía. Cuando alguien llega a dirigir a un equipo grande como el América es porque seguramente está preparado y puede encontrar soluciones. Pero necesita tiempo. A veces es más rápido, otras no.

¿Por eso se fue?

Sí, porque conseguimos el liderato en el primer torneo (Verano 97), pero luego el estilo de juego no correspondía el sentimiento del público. Más por lo que representa el América. No les agradó. Contratamos un par de refuerzos, pero no alcanzó. Y así es muy difícil. Si un plantel no está armado y el técnico es nuevo, necesita un par de años para poder hacerlo crecer y, a partir de ahí, tener pretensiones. Algunos equipos andan más apurados que otros. En el caso del América, hay que ir más rápido, porque existe presión. Nosotros fracasamos, pero Santiago lo puede lograr.

Por Alberto Aceves