Barcelona empieza a rearmarse bajo la conducción de Ronald Koeman, su nuevo director técnico, quien asegura darle protagonismo a Lionel Messi. Así lo demostró en el primer amistoso de la pretemporada donde vencieron 3-1 al Nástic. Si bien el argentino no aportó goles en 45 minutos de juego, sí la pasó mal ante sus marcadores y estalló de la bronca en una jugada.
Después del escándalo que significó su intención de querer salir del Barça y su posterior marcha atrás, Messi busca la mejor condición física de cara a lo que será una dura temporada donde los ojos estarán puestos en sus actuaciones.
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En el primer amistoso, Koeman decidió ponerlo de titular por sólo un tiempo (cambió todo el equipo en el entretiempo). Con sólo 45 minutos, el argentino la pasó mal ante los constantes cruces de sus adversarios hasta que no soportó más.
En una jugada, Messi encaró al futbolista Javier Ribelles del Nástic, quien lo estaba apretando. Tras esto, el 10 del Barcelona reaccionó de una forma inesperada y llena de bronca.
La palabra del rival que marcó a Messi
En una entrevista para El Chiringuito, Ribelles contó la reacción que tuvo la figura del equipo culé. "Yo tenía claro que no podía girar Messi porque sino estás complicadísimo. En una de esas recibe de espaldas y le voy con todo", empieza contando.
Aquí la reacción de Messi: "Dejó el balón, se dio vuelta y me dijo: '¿Qué haces, boludo? Dejá de darme patadas'. Yo me quedé sorprendido y le respondí que es el mejor y le tengo que dar patadas para que no gire".
Al momento del entretiempo, el hombre del equipo de Tarragona le iba a pedir la camiseta, pero desistió de la idea por el enfado. "Al final la cambié con Griezmann", afirmó.
Por último, contó sus sensaciones de marcarlo. "Fue algo raro porque cuando dio la charla el míster y vi en la pizarra a Messi dije 'no puede ser'. Fue un sueño poder marcarlo", reveló. Y agregó: "Cada vez que agarraba el balón cambiaba el ritmo y hacía lo que quería".
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