El gol de penalti de Jonathan Rodríguez, en el encuentro entre Mazatlán FC y Cruz Azul, cimbró las oficinas de la Comisión de Árbitros. También, dividió la opinión del gremio tras patear el esférico dos veces, y mandarlo a las redes, producto de un resbalón en el centro del área. Aunque Arturo Brizio, presidente del organismo, aclaró que la jugada era válida, pues "el balón nunca estuvo en juego, porque no se movió", como lo marca la regla 14, la caja negra del VAR se filtró y quedó al descubierto.
Una breve conversación entre el silbante Óscar Macías Romo y sus auxiliares, encargados del sistema de videoarbitraje, reproduce la apreciación del gol y las decisiones tomadas (y sugeridas) entre unos y otros. "El ejecutor golpeó dos veces la pelota en el cobro. Ven al monitor a verla", sugiere el árbitro VAR a Macías, en medio del festejo de Rodríguez. "No, ustedes díganme qué hago", responde el central, a pesar de las dudas.
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La comunicación sigue, pero no hay cambios de postura. "Deberías verla para que tú decidas", insisten desde la cabina de repetición, mientras los futbolistas de Mazatlán FC reclaman un gol antirreglamentario. "No, ustedes díganme qué hago y cómo reanudo", sostiene Macías, para luego validar el tanto, sin recurrir a la tecnología. Los cuestionamientos, sin embargo, vinieron en seguida. Primero desde el lado del cuerpo técnico mazatleco y luego de exsilbantes que recordaron la regla.
No obstante, para la Comisión de Árbitros -apoyada en la interpretación del reglamento- la decisión final fue la correcta. En ese contexto, los archivos confidenciales del VAR abrieron una rendija para el debate y la polémica. Por más que los puntos estén repartidos, tres para Cruz Azul y ninguno para Mazatlán, el trabajo de los silbantes provoca más dudas en el entorno del futbol mexicano.
AAH