El pasado sábado por la noche en la cancha del Estadio Azteca se jugó una edición más del Clásico Nacional entre América y Chivas, pero como es costumbre, dio mucho de qué hablar dentro y fuera de la cancha.
Al finalizar el partido, el delantero Oribe Peralta, que curiosamente llegó al Rebaño procedente de las Águilas, pudo ser visto muy sonriente con los jugadores rivales.
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Esto le llevó muchas críticas en redes sociales de los aficionados e incluso algunos periodistas como David Faitelson que lo consideraron un sinvergüenza por haber tomado esa actitud después de perder uno de los partidos más importantes de la temporada.
Aunque para muchos el Clásico ya está devaluado por ese tipo de actitudes y la falta de sentimiento por los colores, Oribe se limitó a responder por medio de su cuenta de Twitter pidiendo fomentar la unión y el respeto, aunque ya había recibido miles de insultos y criticas.
JV