Fueron al menos ochenta minutos de tedio. Juego trabado, pocas llegadas y mucha lucha con poco de vistozo. Necaxa salió bien librado de un partido que no mereció el regreso de la afición, pero que se dio cita para celebrar un penal anotado de los Rayos y el errado del Atlético de San Luis, que sufre en el fondo de la porcentual con la derrota de esta noche por 1-0.
Todo el partido se resumió en los últimos 15 minutos y el agregado de ocho minutos. Salvo dos llegadad de Necaxa, una por tiempo: primero Ian González en la primera mitad, con un remate en el área chica, frente al arco, que mandó por encima; el otro, un cabezazo de Martín Barragán, tras servicio de David Cabrera a balón parado, que el arquero Axel Werner desvió por encima.
Al minuto 48, Fernando Arce Juárez se fue expulsado por doble amarilla. Los Rayos, en casa se las veían complicadas. San Luis aprovechó e intentó por ratos, sobre todo en el complemento, pero no le alcanzó para hacer daño. Tampoco a Necaxa, aunque al final fue el que le atinó al volado de los penales al final del partido.
Antes, al minuto 75, una dura imagen que cimbró el ánimo. Unai Bilbao sufrió una dura lesión en la rodilla, al ser empujado por un rival y provocar su caída, en la cual impactó su articulación con una punta que mantenía fija la publicidad en el césped. El jugador no pudo contener las lágrimas.
Después vinieron las dos penas máximas, una por equipo. Primero fueron los hidrocálidos los que celebraron. Una aparente falta en los linderos del área —la cual fue revisada en el VAR— le dio el penal a favor de los locales, la cual convirtió Ian González con disparo pegado al poste.
En tiempo de compensación, una mano —también revisada en el VAR— le dio la oportunidad al Atlético de San Luis de conseguir un punto, pero Pablo Barrera voló su disparo. El jugador del Atlético terminó con lágrimas en los ojos por esa falla que deja a su equipo sufriendo por el tema porcentual.
FDR
