Tigres vivió un bochornoso momento durante el juego de esta mañana contra el Ulsan Hyundai, correspondiente a los Cuartos de Final del Mundial de Clubes de la FIFA.
El juego se detuvo en tres ocasiones debido a que los balones no estaban bien inflados, lo que es difícil de creer tomando en cuenta el prestigio que tiene este torneo internacional.
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Los jugadores del equipo de Corea del Sur se dieron cuenta de que algo andaba mal con los balones y se lo hicieron saber al árbitro Esteban Ostojich.
Se detectó el problema en el primer minuto de juego. El árbitro fue a revisar el esférico y solicitó uno nuevo, pero dos minutos después se pararon de nueva cuenta las acciones y volvieron a cambial el balón.
Antes de dar el silbatazo inicial, los silbantes tienen la obligación de revisar que todo esté en orden, pero al parecer esta vez el central uruguayo no se percató de que a los balones les faltaba aire.
El juego tuvo un extraño inicio, pero tomó ritmo después de los tres minutos, luego de que cambiaron de balón en tres ocasiones.
Tigres se fue al medio tiempo ganándole 2-1 al Ulsan Hyundai, en la cancha del Al Rayyan Stadium de Qatar.
André-Pierre Gignac marcó los dos tantos del cuadro mexicano, mientras que el conjunto surcoreano descontó con el tanto de Kim Kee-Hee.
EG