Aunque falló una clara que pudo ser el de la goleada, Jonathan Rodríguez sigue en su momento de reivindicación con grandes actuaciones con Cruz Azul. Este viernes, volvió a poner una asistencia y comando el ataque cementero, al que el VAR también le quitó el tercero para que La Máquina se quedara con el 2-0 frente al Necaxa.
La idea Juan Reynoso parece aprendida por los elementos celestes, que entraron al terreno de juego con la idea firme de ir por la victoria, por ello desde el minuto dos se fueron al frente en el marcador.
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Un balón largo salvado por Cabecita Rodríguez con una jugada de habilidad pura para quitarse de encima a un defensa, recortar y sacar centro que Satiago Giménez controló, pero dejó para que Luis Romo llegara a meter ese balón pegado al poste de Malagón. Una jugada propiciada por el hambre del atacante uruguayo.
Al minuto 35, Cruz Azul amplió la ventaja con un remate de cabeza de Juan Escobar, tras un tiro de esquina, que mandó a La Máquina al descanso con la tranquilidad de ir ganando.
Necaxa nunca presentó alguna inquietud para Cruz Azul, hasta que en la segunda parte sacó un doble remate que pudo contener José de Jesús Corona, después de una jugada individual de Maxi Salas, quizá el hombre más peligroso de los hidrocálidos.
Un minuto después, un balón recuperado en medio campo desembocó en contragolpe celeste, comandado por Cabecita Rodríguez, quien sirvió para que Orbelín definiera ante la salida del portero. Era, en ese momento, la segunda goleada al hilo de La Máquina, pero el VAR les quitó el gol por una falta al momento de despojar de la pelota al Necaxa.
Vino una jugada más del Cabecita, quien se quitó al portero para definir con el arco abierto, pero echó por fuera ese balón de forma increíble.
Cruz Azul dominó y pudo hacer más grande el marcador. La idea de Reynso está entendida y, a menos que se aparezcan los fantasmas, La Máquina está para lo que se proponga.
FDR