El Barcelona quedó eliminado de la Champions League. Con un global de 5-2 a favor del París Saint-Germain, que empató 1-1 en el juego de vuelta, los blaugranas se despidieron del torneo europeo sin poder corregir la imagen que dejaron en el Estadio Camp Nou, donde fueron apaleados por los franceses.
Kylian Mbappé, desde el manchón de penalti, abrió la cuenta a los 30 minutos, luego de una falta en el área sobre el argentino Mauro Icardi, en lo que pareció la sentencia definitiva del Barça en el Parque de los Príncipes.
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No obstante, la esperanza se mantuvo con el empate de Messi, casi enseguida del golpe del PSG, con un remate de larga distancia que entró por uno de los ángulos y encendió la llama de los blaugranas para soñar con el milagro. Antes de irse al descanso, el camino para llegar hasta ahí pareció abrirse con un penalti a su favor.
Messi tomó la pelota y encaró el duelo individual ante el portero Keylor Navas, que, retándolo en voz baja, adivinó la dirección de su disparo y logró desviarlo, para que pegara en el poste y saliera del campo. Entonces, las aspiraciones del Barça, igual que el ánimo de sus jugadores, se vinieron abajo.
No hubo nada que cambiara el trámite en el complemento del juego. Ni siquiera la entrada de más jugadores en ataque para el Barcelona. Con el empate resuelto, el PSG avanzó a los cuartos de final y consumó el fracaso de un equipo blaugrana que desconoce el futuro de su mejor hombre: Lionel Messi.
AJ