El París Saint-Germain vivió de la renta del primer partido ante el Bayern Múnich. Después del 3-2 en el juego de ida de los cuartos de final de la Champions League, el equipo parisino resistió los embates de su rival y, aunque cayó por 0-1 en el Parque de los Príncipes, avanzó a la siguiente ronda del torneo.
Eric Maxim Choupo-Moting, a los 40 minutos, alimentó la esperanza de los alemanes en el primer tiempo, en el momento que mejor se mostraban sobre el terreno de juego luego de que los locales cedieran la iniciativa.
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No obstante, el complemento fue diferente para el equipo de Mauricio Pochettino y compañía. No porque sus jugadores mostraran el ímpetu y superioridad de otros encuentros; sino porque, conscientes de su ventaja y el factor tiempo, manejaron de mejor manera el desarrollo del juego.
No fue la mejor noche de Kylian Mbappé ni del brasileño Neymar, pero aún así el PSG consiguió el objetivo de pasar la fase. Sufrió durante varios momentos, sobre todo en la recta final, cuando el Bayern empezó a bombardearlo con disparos de larga distancia y centros al área, que estuvieron a punto de marcar diferencia.
Los vigentes campeones de la Champions provocaron que el partido se convirtiera en un ida y vuelta, más allá de que no le convenía a los locales. Y eso favoreció al espectáculo, porque, si bien dejaron vacante su lugar como monarcas defensores, vendieron cara la derrota en el Parque de los Príncipes.
Del otro lado, los dirigidos por Pochettino se instalaron en la antesala de la final, con un nivel de juego cuestionable, pero las herramientas suficientes para conquistar el título del máximo torneo de clubes del continente. Ahí estarán Mbappé, Neymar, Di María y el costarricense Keylor Navas, el portero salvador de los franceses.
AJ