La sorprendente historia de Nicolás Larcamón con el Puebla se sigue escribiendo. Después de terminar tercero en el torneo regular, La Franja superó los cuartos de final por ese mismo mérito que hizo en las 17 jornadas. La posición les dio el pase frente al Atlas después de empatar el global 1-1, producto de su derrota en la ida y la victoria de este sábado, en la vuelta, en el Estadio Cuauhtémoc.
Los Rojinegros seguirán contando los días, meses, años sin conseguir un título. Llevan 70 y contando. En esta ocasión se fue la posibilidad de pelear la posibilidad de ponerle fin a su larga espera. Y se fue por medio de uno de sus hombres, que metió el autogol clave para que Puebla avanzara.
Seguir leyendo ...
Los Zorros iniciaron con la motivación de haber ganado la ida. Las semifinales parecían estar al alcance ante un equipo que, al igual que ellos, ha sufrido de la pelea por no descender, de ocupar últimos lugares, de no pelear por Liguillas y ahora ambos clubes tenían esa posibilidad.
En un minuto, Puebla generó lo que no pudo en los primeros instantes. Al 25', Amaury Escoto sacó disparo que se estrelló en el travesaño; instantes después, Daniel Aguilar sacó tiro raso que pasó apenas por un lado del arco atlista.
Los ánimos se encendieron cuando el Puebla no sacó el balón cuando Jairo Torres se quedó tendido en el césped. Los de La Franja avanzaron y al salir la pelota por la banda, los reclamos rojinegros se hicieron encares a elementos locales por dicha acción. La banca del Atlas también se encendió por lo que terminó siendo una actuación del jugador rojinegro.
El segundo tiempo empezó templado, con calma de los dos equipos, pero fue La Franja la que propuso más y buscó llegar más al área. La batuta se la dejó después el Atlas a los de la Angelópolis.
Vino entonces la desafortunada acción de Anderson Santamaría, una barrida en la que intentó cortar un centro de Gustavo Ferrareis desde la banda derecha, cuyo balón pudo evitar que llegara a Santiago Ormeño, pero terminó empujando el mismo el esférico al fondo de su propio arco, pese a la estirada de Camilo Vargas, sorprendido por la acción.
El Atlas echó el resto desde la banca. Julio César Fucrch y Ozziel Herrera ingresaron para buscar el gol del pase. Empezaron así los embates desesperados de los Zorros, principalmente con descolgadas y centros buscando a Milton Caraglio, Furch y después también Javier Correa.
Centros desatinados, disparos desesperados. La vida del Atlas se fue entre las ansias, la tristeza y las ganas desbordadas más que con idea. El Puebla atinó a ser paciente y buscar la tenencia de la pelota para evitar sorpresas hasta que llegó el silbatazo final.
De caerse América y Cruz Azul —ambos con la desventaja en el partido de ida—, La Franja puede recibir los partidos de vuelta en las semifinales, de lo contrario deberá esperar a su rival y dónde la definirá.
FDR