A Santos Laguna le sobró tiempo para demostrar su capacidad goleadora. Los Guerreros, con la responsabilidad de tomar ventaja en la semifinal de ida, mostraron su poderío desde el primer minuto y doblegaron al Puebla (3-0), sin que pudiera ofrecer alguna respuesta.
Apenas a los 48 segundos, Eduardo Aguirre aprovechó que su rival seguía dormido y abrió el marcador con un remate de cabeza, luego de un centro por derecha de Carlos Emilio Orrantia, que lo habilitó en el área chica para realizar la palomita.
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Paradójicamente, los jugadores de La Franja fueron quienes sacaron del medio campo la pelota con el silbatazo inicial. El golpe les produjo secuelas inmediatas en la confianza y creatividad de jugadas. De ahí que se vinieran abajo.
Aguirre, con la confianza a tope, siguió insistiendo en la portería de los poblanos y encontró su recompensa antes de la media hora del partido, con un remate que definió por un lado del portero Antony Silva (27').
Instantes antes, los dirigidos por Nicolás Larcamón habían empatado parcialmente las cosas con un tanto de Omar Fernández, pero el árbitro Marco Antonio Ortiz determinó que el jugador estaba en posición adelantada.
Con el mundo encima, los visitantes ajustaron su estrategia en el segundo tiempo y, con un mayor equilibrio en el medio campo, salieron en busca de la diferencia en el complemento.
No obstante, los Guerreros se hicieron fuertes y no ofrecieron debilidades ante su rival. Intentaron sentenciar la eliminatoria con el 3-0 y finalmente lo consiguieron, por medio de Ayrton Preciado (72').
Ahora, para avanzar a la final, el Puebla deberá derrotar a Santos por el mismo marcador en el Estadio Cuauhtémoc y evitar algún gol como visitante. De no hacerlo, el pase estará prácticamente fuera de su alcance.
AJ