El contexto fue complicado para la Selección Mexicana. Después de recibir la noticia del fallecimiento de Zizinho, padre de Jonathan dos Santos, el equipo dirigido por Gerardo Martino enfrentó un partido de alto grado de dificultad ante Canadá, que le hizo pasar momentos cuesta arriba.
El Tricolor, que mantuvo el cero en sus anteriores compromisos, sufrió los embates de los canadienses y no pudo contener a su ofensiva, luego de conseguir la ventaja con un penalti de Orbelín Pineda (45'), quien, junto al resto de sus compañeros, dedicaron el tanto a Jonathan y realizaron una oración por Zizinho.
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Hasta entonces, la noche corría con cierta normalidad para los mexicanos. Pero el complemento fue de los canadienses y ahí se complicaron las cosas para Martino.
Un error de Carlos Salcedo, que intentó dejar en fuera de lugar a los atacantes canadienses, permitió que Tajon Buchanan entrara por la banda izquierda y venciera al portero Alfredo Talavera con un remate cruzado (57').
Salcedo no terminó ahí su mala noche. Tras una falta en el área, señalada por el árbitro como penalti, el zaguero de Tigres tomó la pelota y pidió ser el cobrador desde los once pasos, estrellando su remate en las manos del guardameta Maxime Crépeau.
Canadá se hizo fuerte a partir de los titubeos del Tricolor y, en la recta final del juego, estuvo a punto de ponerse adelante en el marcador, de no ser por las fallas en la definición de sus delanteros y las intervenciones de Talavera.
El encuentro, cabe mencionar, se detuvo una vez por la reaparición del grito homofóbico por parte de los aficionados mexicanos en contra del portero canadienses.
En tiempo de compensación, un pase retrasado de Rodolfo Pizarro y un remate de Héctor Herrera definió el 2-1 definitivo para el Tricolor (90'), que volverá a pelear por el título de la Copa Oro.
AJ