El León llevó al límite la final de la Leagues Cup ante el Seattle Sounders. Lo hizo con personalidad, con fortaleza y bajo el impulso de su mejor hombre en el ataque: el ecuatoriano Ángel Mena, autor de los dos goles de la victoria.
Mena, que en otras instancias definitivas no pudo ser trascendente, respondió como el que siempre fue en partidos normales: desequilibrante, efectivo, goleador y con un espíritu combativo inigualable.
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El partido parecía escaparse de las manos de la Fiera en el inicio del complemento, con el tanto de Cristian Roldán que adelantó al Sounders (48') y congeló por un momento a los jugadores leoneses.
El golpe, sin embargo, no apaciguó la sed de hambre de los Panzas Verdes. Por el contrario, empujó a Mena como el hombre de referencia tanto en el ataque como en el juego. Y allá fue él, marcando el empate a los pocos minutos (61').
El 1-1 obligaba a ambos equipos a definir el trofeo desde el manchón de penalti, pero el León no estaba dispuesto. No teniendo a Mena en el campo. Y por eso llegó el 2-1, al 81', por la fe de voltear un marcador que parecía inalcansable por un momento.
La remontada obligó al equipo de la MLS a jugarse por el empate, perdiendo el orden y la disciplina táctica. Y así llegó el 3-1 de Emanuel Gigliotti (85') que dejó la final definida.
Nicolás Benezet (90') marcó la diferencia en tiempo de compensación, pero el título se quedó en manos de la Fiera.
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AJ