En las últimas horas Joseph Blatter, otrora presidente de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) se volvió tendencia en las redes sociales luego de reconocer que la candidatura de Qatar no debió ser aceptada para ser la sede del Mundial del 2022. Pero, ¿por qué se disculpó después de varios años de mantenerse en silencio?
El Mundial de Qatar 2022 se llevará a cabo del 20 de noviembre al 18 de diciembre del año en turno siendo el juego inaugural aquel entre los anfitriones y Ecuador. El mismo cuenta con un sinfín de pros y contras debido al contexto económico, político, social y cultural que tiene y que lo hacen uno de los más llamativos y, a la vez, complicados de las últimas ediciones.
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A más de 12 años de haber sido designada, Qatar se ha convertido en la sede más criticada del Siglo XXI por expertos en el deporte, ambientalistas e incluso políticos que declaran que la decisión guardó relación con un tema de esta envergadura y no del todo por un ambiente completamente futbolístico. Ahora bien, ¿por qué esta no debió ser la elegida para el Mundial del 2022?
La razón por la que Qatar no debió ser sede del Mundial 2022
En charla con el portal suizo Tamedia, Joseph Blatter estableció que tanto él como el Comité Ejecutivo tenían en mente la realización de Rusia 2018 y Estados Unidos 2022 a fin de que estas naciones, comúnmente enemigas, firmaran la pipa de la paz a través del deporte.
En ese sentido, quien fuera suspendido de su cargo en 2015 por acusaciones relacionadas a la corrupción dejó claro que el entregarle el Mundial del 2022 a Qatar fue el mayor error que cometió como presidente de la FIFA, por lo que asumió por completo la responsabilidad que ello significa.
Al tiempo de reconocer su fallo, el expresidente del organismo desde 1998 estableció que, al ser Qatar una sede muy pequeña, esta podría ser insuficiente para lo que significa el Mundial no solo en temas deportivos, sino hasta turísticos. Bajo este fundamento, espera que la nación asiática soporte el “problema” de atraer hasta un millón de aficionados durante las fechas antes pactadas.
Y más allá de esta situación, la realidad es que el Mundial del 2022 ha sido enormemente criticado por los contextos sociales y políticos que este país engloba y que son distintos a lo que se vive en varios de los países de occidente. Entre estos destacan el enorme abuso que los trabajadores sufrieron, las exigentes normas hacia las personas del género femenino y la discriminación que existe contra la comunidad LGBTQ+.
AC