Debutó a sus 15 años con Cruz Azul, era una joya cementera y hasta considerado el Messi mexicano, pero sus indisciplinas lo llevaron a tirar toda su carrera a la basura, al grado de que a pesar de tener grandes condiciones y una habilidad impresionante con el balón actualmente juega en el Salamanca de la cuarta división de España.
Nacido en Acapulco, Guerrero, el 14 de febrero de 1993, a sus 31 años esta joya del Cruz Azul que era considerado el Messi mexicano perdió años de carrera por sus indisciplinas, aunque en el Salamanca de la cuarta división de España él se sigue sintiendo como aquel chamaco que se puso por primera vez la playera de La Máquina, el club de su vida.
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Junto con Jehú Chiapas logró el ascenso en España
La calidad de esta joya de Cruz Azul era tanta que además de ser considerado el Messi mexicano pese a sus indisciplinas, lo que le queda actualmente le alcanzó para que la Unión Deportiva Salamanca consiguiera el ascenso a la Segunda División RFEF, equivalente a la cuarta división de España, tras empatar sin goles en el partido de Vuelta ante el Celta Gran Peña e imponerse 1-0 en el global con el gol conseguido en la Ida por Germán Fassani.
Ah, pero dicho logro no lo consiguió solo, sino de la mano de un numeroso grupo de mexicanos encabezados por Jehú Chiapas (exjugador de Pumas) y Rafael Dueñas en el cuerpo técnico, así como con José Manuel Trejo y Gustavo Carmona en el terreno de juego, aunque anhelando siempre su regreso a La Máquina: “Era algo que siempre quise. Cuando salgo me voy por la puerta de atrás y me quedé con esa espinita clavada, porque desde niño soy aficionado de Cruz Azul. Salir de esa forma te duele mucho. Yo sabía que podía dar mucho más”, explicó en entrevista con el Diario Deportivo Récord.
Joya de Cruz Azul se perdió por sus indisciplinas
La fama le llegó de golpe a Martín Galván, cuando a sus apenas 15 años Benjamín Galindo lo debutó en 2008 en la Liga MX con Cruz Azul, a donde el atacante siempre llegaba con su padre, quien para muchos lo controlaba y eso lo llevaba a romper las reglas cuando estaba solo, como cuando en la selección sub-17 fue dado de baja por meter mujeres en una concentración.
Después de eso su carrera se fue a pique, pues lo mandaron a Cruz Azul Hidalgo y jugó muy poco, por lo que no lo volvieron a tomar en cuenta para el primer equipo ni para otras categorías. Finalmente, abandonó a La Máquina y durante años deambuló en equipos como Correcaminos, Atlante y Quintana Roo, hasta que Salamanca le abrió nuevamente las puertas y comenzó a despuntar nuevamente, pero ahora ya muy tarde.