Considerado por muchos como la máxima leyenda de las Águilas del América, por encima de Carlos Reynoso, Héctor Miguel Zelada y otros más, este mítico jugador obtuvo una gran popularidad por sus goles y todo lo que hacía dentro de la cancha, pero también por ser presumido por Roberto Gómez Bolaños como el jugador favorito del Chavo del 8 en televisión y también de El Chanfle en la pantalla grande.
Así como lo leíste: Mientras Don Ramón hizo famosos en aquel entonces a los Rayos del Necaxa y Rayados de Monterrey era el equipo favorito del Señor Barriga, cuando Quico y El Chavo del 8 iban a jugar futbol siempre se peleaban por ver quién sería esta leyenda de las Águilas del América, cuyas proezas y épicas batallas inspiraron a muchos americanistas y hasta a El Chanfle, a pesar de haber surgido de la Cantera de los Pumas de la UNAM.
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Leyenda del América también fue ídolo de la Selección Mexicana
Ah, pero eso no es todo, pues este jugador que era el favorito de El Chavo del 8 y de El Chanfle y era considerado la máxima leyenda de las Águilas del América también fue ídolo con la Selección Mexicana, sobre todo luego de que le hizo seis goles a Perú en cinco partidos amistosos y comenzó a consagrarse como estrella del balompié mexicano cuando a los 20 años le anotó un gol a Francia en el Mundial de Inglaterra 1966.
Pero no todo fue miel sobre hojuelas para esta leyenda del América, pues luego de haber surgido de las fuerzas básicas de los Pumas, donde jugó de 1964 a 1969, su traspaso por 400 mil pesos a las Águilas (1969-1977) causó gran controversia en aquel entonces, aunque logró ser campeón con el equipo de Coapa y erigirse tres veces máximo goleador en torneos consecutivos.
Chespirito atacaba a quien lo criticara
El fanatismo de Chespirito y de muchos mexicanos por la vida y obra de Enrique Borja fue tanta, que incluso el mismo personaje de Roberto Gómez Bolaños criticaba y fuerte a todos aquellos que osaran criticar a la máxima leyenda de las Águilas del América, quien fue despedido por 120 mil personas en 1977 en el Estadio Azteca, para después aceptar el cargo de presidente del Necaxa.
No obstante, eso arengaba a los cronistas de aquel entonces a meter más y más en sus chistes a Enrique Borja, sin imaginarse que la leyenda del América con el tiempo se convertiría en su colega al participar como analista de futbol para la cadena Univisión, que lo contrató para las transmisiones del Mundial de Alemania 2006.