Su padre fue su inspiración y luego su hermano se convirtió en su ídolo, por lo que ahora que ya no fue tomado en cuenta con la Selección Mexicana por el proceso de renovación a Andrés Guardado quizá no le quede de otra más que recurrir al deporte que le inculcó su papá y por el cual siente igual o más pasión que por el futbol: La lucha libre.
Tras no ser considerado con la Selección Mexicana e irónicamente de regreso en México y específicamente con el León , donde su padre estuvo en las reservas, Andrés Guardado reveló en una entrevista con El Escorpión Dorado de dónde surge su pasión por la lucha libre, aunque reconociendo que se hizo futbolista por su hermano, quien era su ídolo y siempre lo iba a ver jugar.
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Su idolatría por su hermano lo hizo volverse futbolista
En un video subido a YouTube por el canal Peluche en el Estuche y luego de revelar su pasión por la lucha libre, Andrés Guardado reveló que “mi ídolo en el futbol es mi hermano, que me lleva nueve años, pero no llegó a debutar en Primera División. Entiéndeme, yo a mis cinco años iba a ver los partidos de mi carnal de 14 y para mí era lo mejor verlo contra gente más grande. Era una ‘pistola’ mi hermano. Él sabe por qué no llegó, pero para mí era incluso mucho mejor que yo”, lamentando quizá su no llamado a la Selección Mexicana.
Entonces tocó el tema de su papá: “Hizo de todo, porque también fue jugador de futbol, en las reservas del León en la época de La Tota Carbajal. De hecho, en la casa teníamos un barcito donde había fotos y siempre tuvo un escudo del León, algo que yo no entendí hasta que después me contó esa historia. Al fin entendí y mira lo que es la vida, que ahora me trajo al León”.
Así nació su pasión por la lucha libre
Libre y desenfadado, poniéndose incluso una máscara que le cambió totalmente la personalidad, Andrés Guardado le dijo al Escorpión Dorado con su alter ego: “Ora sí, hijo de tu p… madre. Qué traes, pen… ¡Güey!, la neta te voy a decir una cosa: Siempre había querido hacer esto en público, que supieran mi verdadero yo, porque luego dicen que soy bien pin… serio y muy mam…, pero no. Yo me ponía máscaras en la Selección Mexicana, tengo videos y les decía (a sus compañeros): ‘Váyanse a la ver… todos. Ora sí, hijos de su p… madre, ¿qué pedo? ¿qué traen?’. A todos los agarraba de bajada, desde el utilero y a todos”.
No obstante, confesó que su pasión por el deporte de los costalazos nació “por mi papá, que intentó ser luchador. Él es de Lagos de Moreno, de donde son los Dinamita, mis ídolos, y cuando ya tuve cierta edad mi papá siempre nos llevaba a las luchas, a los eventos grandes de Triple A y de ahí nos agarró el amor por la lucha libre. Me encanta, me encanta y tengo fotos y autógrafos de todas las leyendas que te puedas imaginar. Hubo un tiempo en el que dije: ‘Ah, sí me gustaría entrenar’, pero yo ya estaba muy metido en el futbol”. Y así se acabaron sus sueños.