Carismático, divertido y siempre ocurrente, esta leyenda de la Selección Mexicana es, sin duda, uno de los jugadores más inolvidables de toda la historia no solo por sus proezas dentro del campo, sino también por salir de la pobreza y de jugar descalzo en las playas de Acapulco para convertirse en un verdadero inmortal.
Desde su retiro en 2004 su trayectoria como deportista no se apagó, convirtiéndose en una auténtica leyenda de la que los aficionados no olvidan sus hazañas como jugador ni tampoco las victorias logradas con la Selección Mexicana, pero sobre todo porque es un auténtico ídolo del pueblo que dejó de jugar descalzo en las playas de Acapulco hasta salir de la pobreza.
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Los éxitos de este futbolista acróbata y extravagante
El ahora catalogado el mejor arquero en los últimos 25 años en la historia de la Selección Mexicana, esta leyenda que salió de la pobreza y de jugar descalzo en la playa se inició como jugador en los Pumas de la UNAM, cuando cursaba sus estudios en Administración de Empresas. Su debut como profesional fue en 1988 y en la Copa contra Cruz Azul recibió su primer gol en la Primera División. De allí en adelante sus acrobacias no pararon: Acudió a los Mundiales de USA 94, Francia 98 y Corea–Japón 2002, además de lograr cinco títulos de la Liga MX.
A pesar de que ya han pasado varios años desde su despedida, es recordado como uno de los más grandes jugadores aztecas de la década de los 90 por su estilo auténtico y diferente que lo erigieron como uno de los mejores de su generación, un extravagante del arco que nació en Los Amates, un pueblo de Acapulco, Guerrero, un 15 de octubre de 1966, pero que se ha vuelto inmortal.
Dejó de jugar descalzo en la playa para volverse leyenda
En un ambiente agradable y feliz, Jorge Campos creció con sus padres Lucina Navarrete y Álvaro Campos González, que lo convirtieron en una persona tranquila, afable y con excelentes virtudes y habilidades propias de un jugador con liderazgo, respetado por sus compañeros y técnicos. Su personalidad y estilo de vida rompieron esquemas, con muchos definiéndolo como el jugador con resortes en las piernas, gran dinamismo y buenos reflejos.
Jorge Campos siempre mostró pasión por el deporte, pues siendo niño y a orillas de su pueblo natal creció y desarrolló su talento con las manos y los pies cuando jugaba futbol y volibol en la playa, además de que le encantaba el surf. Lo que fue un entretenimiento y diversión le brindó grandes aprendizajes, dotándolo de agilidad y rapidez física y mental, aunque sin imaginarse que se convertiría en toda una leyenda del futbol mexicano y del Tri, inspirador del libro La Soledad del Portero, de la película Barbie (los protagonistas usan un vestuario parecido al que usó en el Mundial 94) y hasta de Los Supercampeones.