Antonio Mohamed volvió a dejar definiciones fuertes sobre su futuro como entrenador y su vínculo emocional con el fútbol mexicano. En una charla distendida, siendo recientemente bicampeón con el Toluca, pero cargada de sinceridad, el técnico argentino fue consultado sobre la posibilidad de reabrir puertas que parecían cerradas y dejó en claro que, en su caso, hay decisiones que ya no tienen marcha atrás.
Lejos de la típica frase hecha del “nunca digas nunca”, el “Turco” fue tajante. Reconoció que es una persona pasional, que puede cambiar de opinión en muchos aspectos de la vida, pero que también hay situaciones que le generan un dolor profundo y que, una vez atravesadas, prefiere no volver a transitar. Para él, este deporte no es solo una cuestión profesional, sino también emocional.
En ese contexto, explicó que hoy se siente más cómodo y motivado desde el lugar del desafío y la rivalidad. Estar “del otro lado”, competir contra los más grandes y exigirse al máximo es lo que, según sus propias palabras, lo mantiene activo, fuerte y con hambre de superación dentro del mundo del fútbol.
Los equipos que el Turco Mohamed no volvería a dirigir
Ante una pregunta directa del periodista Javier Alarcón de ESPN, Antonio fue claro y sin rodeos. Cuando le consultaron si realmente existía un “nunca” en su carrera, respondió:
“No, no, ya dije nunca, ya está. Yo todo el día mañana me arrepiento, pero ya está. A mí hay cosas que me duelen y ya está. No, no, nunca más. Es como que me digan que mañana si vuelvo a la América, al América no vuelvo más.”
Luego, ante la mención de otro posible destino, volvió a marcar su postura con firmeza y convicción, dejando en claro que prefiere mantener una rivalidad histórica antes que cambiar de vereda una vez más. También, negó la posibilidad de algún día estar al frente de la Selección Mexicana.
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La rivalidad como motor y forma de competir
Más allá de los nombres propios, Mohamed profundizó en una idea que atraviesa toda su carrera: la rivalidad como estímulo. Al referirse a su postura, explicó: “Prefiero ser rival por siempre. Prefiero ser rival que ser rival de la América te enaltece. Porque si tú le ganas a la América te hace jugar al límite.”
Incluso reconoció el valor y la magnitud del club al que dirigió en el pasado, sin negar lo que significó esa experiencia: “Ya estuve en esa vereda que es espectacular estar ahí. Es hermoso. Es el club más grande.”
Sin embargo, cerró con una reflexión que define su presente como entrenador: “Me gusta estar en la vereda de enfrente. Para todos los días estar muy fuerte y superarse.”
