El Mundial está a la vuelta de la esquina. Si bien se espera el silbatazo inicial para que empiece a rodar la pelota, también está la expectativa de ver qué espectáculo presenta uno de los países más ricos del mundo para la ceremonia de apertura, con el riesgo de que se una a varias ediciones más como una de las menos atractivas. Aquí las peores inauguraciones del Mundial.
Aunque sea un entremes para el primer partido del torneo, el show causa expectativa también para los que buscan a sus estrellas del momento poniéndole ritmo a la ceremonia, pero muchas veces se quedan cortos. Ahora, en un país donde las prohibiciones reinan y la religión es ley, hay muchas expectativas alrededor de la inauguración.
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Las 4 peores inauguraciones del Mundial
Rusia 2018
Si bien algunos efectos fueron destacados, y los mosáicos en la cancha le dieron color a la ceremonia, no pasó de ahí. Pese a la presencia de Ronaldo en la cancha, no hubo algún éxtasis o clímax durante la apertura. Todo llegó con el primer partido entre Rusia y Arabia Saudita.
Estados Unidos 94
Fue una ceremonia que proyectó la falta de pasión y conocimiento por el futbol —el soccer, para los gringos—. El espectáculo fue muy a la vieja usansa, sin algún ritmo cálido o que expresara la emoción del juego. Como uno de los números principales estuvo Diana Ross, quien en su participación erró un disparo al balón en su número y, aunque siguió el show, fue una falla que no pasó desapercibida.
Brasil 2014
Aunque parecía que uno de los países más futboleros del mundo podían dar un show lleno de magia y calor latino, se quedó ahí, esperando, aquel que esperaba una explosión de pasión. Aunque intentaron darle ese movimiento y clímax con la presentación de Jennifer López y Pitbull, al final todos extrañaron a Shakira o a Ricky Martin, quienes musicalmente han dejado la vara muy alta en las ediciones de los mundiales.
Fracia 98
Aunque Ricky Martin estuvo presente con su canción de la Copa de la Vida, probablemente la más popular en la historia de las Copas del Mundo, un escueto ballet le acompañaron mientras el boricua hacía playbak. De ahí en fuera, el montaje no fue espectacular, aunque esteticamente no era malo. Lo novedoso fue el desfile en las calles de París, donde cuatro gigantes representaron a las razas que congeniarían en el torneo.