Un codiciado tesoro, la olla de oro al final del arcoíris, el Santo Grial, eso es el trofeo de la Copa Mundial de la FIFA para cualquier persona que sueña con ser futbolista profesional y que unos cuantos han tenido la dicha de levantar, de hecho, en la actualidad solo se permite que los ganadores y los Jefes de Estado la toquen.
Sin embargo, hubo alguien que se atrevió a romper las reglas y retar a los entes celestiales del futbol al robar el trofeo en vísperas del Mundial de Inglaterra 1966 cuando estaba en una exposición de Westminster.
Aquel premio tenía el mote de Jules Rimet en honor al presidente de la FIFA que impulsó el desarrollo del máximo torneo de selecciones nacionales del planeta, además, era una estatuilla de la diosa de la victoria Niké.
Un objeto sagrado que fue profanado como si se tratara de una tumba de oro del antiguo Egipto, ya había sido deseo de los nazis en la Segunda Guerra Mundial, pero fue hasta ese entonces que un aficionado del Arsenal de nombre Sidney Cugullere lo sustrajo por mera diversión, según reportó Daily Mirror apenas en 2018.
Mr. Crafty, como era conocido en el bajo mundo, aprovechó un descuido de los policías que salieron por un café para entrar con relativa sencillez a donde estaba el trofeo en un cajón de madera, con vidrio, una cadena y un candado, ahí cortó el metal con las herramientas que cargaba y luego guardó el artefacto en su abrigo.
“Sid diría que fue el primer inglés en levantar la Copa del Mundo en 1966, incluso antes que Bobby Moore”, dijo una fuente.
El perro que encontró la Copa Jules Rimet
Evidentemente la policía buscó hasta dentro de las rocas de Inglaterra, estuvo muy cerca de encontrarla cuando el hermano de Sidney la llevaba debajo del asiento delantero de su automóvil, pero eso no sucedió.
Por el contrario, los delincuentes quisieron pedir rescate, tras un intento fallido se percataron de que era imposible y que tenían que devolver la Copa Jules Rimet, así que la envolvieron en periódico y la dejaron en un lugar aleatorio.
Aquí entraron dos personajes inesperados: Dave Corbett y su perro Pickles, que estaban caminando cuando el animal se quedó olfateando el coche de un vecino, el hombre se agachó y ahí encontró el salto a la fama.
“Rasgué un pedazo del periódico que lo cubría y vi Brasil, Alemania Occidental… mi corazón empezó a palpitar más rápido ¡Era la Copa del Mundo!”, contó Corbett a BBC.
Inmediatamente se montó en su vehículo para ir a la estación de policía, sin darse cuenta de que automáticamente se convertía en el sospechosos número 1, aunque después de una investigación se determinó que él no era culpable.
Por su parte, Pickles se volvió héroe nacional, recolectó alrededor de 6mil libras esterlinas en recompensas y hasta una fábrica de comida para perros lo patrocinó.
“Fue gracias a Pickles que cambió mi vida, me ayudó a comprar mi casa. Está enterrado en el jardín y en las agradables noches de verano salgo con una copa de vino, hablo con él y digo ‘Salud Pickles, gracias’”, finalizó Dave.
Mr. Crafty falleció en 2005 y en su funeral hubo coronas de flores con la forma de la Copa Jules Rimet…
Por Dave Ramos