Los aros olímpicos son uno de los símbolos más importantes de los Juegos Olímpicos. De la misma manera que la llama olímpica, se han convertido en un elemento fundamental para el desarrollo de la competencia.
Los cinco anillos de colores están presentes en todos los atuendos deportivos, regalos y lugares de entrenamiento de los atletas participantes. Incluso, hay quienes se han atrevido a tatuárselos y llevarlos en su piel de forma permanente. Pero ¿qué significado tienen?
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Representan, en principio, a los cinco continentes y, del mismo modo, cada color -azul, negro, rojo, amarillo y verde- corresponde con los rasgos de un territorio.
¿Qué significan sus colores?
El azul representa a Oceanía, que está rodeado de mares y Océanos. El verde corresponde a Europa, porque es el continente con mayor diversidad de bosques y montes. El negro es por África y sus habitantes. El rojo recuerda a los indígenas americanos, también llamados 'pieles rojas'. Y el amarillo corresponde a Asia, tanto por su piel como por los desiertos que se extienden a lo largo del territorio.
A partir de esa teoría, todos los continentes y todos los deportistas forman parte del conocido logo, pero también existe otra posible explicación. Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos modernos, escribió en 1913, para la 'Revue Olympique', que se iba a utilizar un símbolo cuyos colores corresponden con los de todas las banderas mundiales, sin excepción.
"Los seis colores, con el fondo blanco de la bandera, así combinados representan a todas las naciones sin excepción. El azul y el amarillo de Suecia, el azul y blanco de Grecia o Argentina, los tricolores de Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Italia y Hungría, el amarillo y rojo de España, junto a las nuevas banderas de Brasil y Australia, y a las del antiguo Japón y la joven China", explicó.
Por último, el círculo representa la continuidad, lo infinito y constante que no tiene principio ni final.
AJ