La comida japonesa, con prestigio internacional y reputación de ser sana y variada, tiene múltiples atractivos para los deportistas extranjeros que visitan Tokio en los Juegos Olímpicos (del 23 julio al 8 agosto), pero también deben ser conscientes de que no es recomendable modificar mucho sus hábitos alimentarios antes de competir.
Un reconfortante oden (una especie de cocido o pot-au-feu japonés), un nutritivo plato de soba (pasta de trigo sarraceno) o por qué no algún producto del mar en un yatai (puesto ambulante). Las opciones son múltiples y variadas para convertir Japón en un paraíso para los gourmets.
Seguir leyendo ...
Deambular por las calles de Tokio es algo que los deportistas, que tendrán que estar confinados en la Villa Olímpica salvo para entrenar o competir, han quitado de su cabeza desde hace tiempo. Pero la comida japonesa, entre otras especialidades, será servida en la cantina olímpica.
"El Washoku (cocina tradicional japonesa, inscrita en el patrimonio mundial de la UNESCO) es reconocido por ser sano y ofrecer un excelente equilibrio nutricional", indicó la profesora Motoko Taguchi, directora del instituto de nutrición deportiva de la Universidad Waseda de Tokio.
"Gracias a la abundancia de los ingredientes y a las maneras de cocinarlos, la comida tradicional propone un buen equilibrio rico en glúcidos, con pocas grasas, proteínas de gran calidad y las vitaminas y minerales necesarios. Los deportistas deben comer en principio platos ricos en glúcidos y con poca grasa antes de su competición (...) la comida tradicional japonesa es para mí el mejor régimen posible para un atleta", agregó.
¿Un riesgo para los atletas en Juegos Olímpicos?
"Los alimentos fermentados como los natto (granos de soja) o el miso (pasta fermentada) son sanos pero cuentan con un sabor particular. Los extranjeros deberán tener cuidado con ellos", advirtió Taguchi, al ser cuestionada por los riesgos que implica para los atletas en Juegos Olímpicos.
Una advertencia unánime de los especialistas, que señalan que es mejor evitar cambios en los hábitos alimentarios demasiado bruscos o importantes.
"La regla de oro es no probar nunca algo nuevo el día de una competición, nunca se sabe cómo va a reaccionar el cuerpo. A los deportistas les gusta su rutina y la digestión podría verse afectada", precisó la nutricionista del deporte Eve Crepeau. "Además de la diferencia horaria y del estrés, supondría muchos cambios, lo que está en juego es demasiado importante. El estrés y la ansiedad van a hacer ya la digestión más difícil".
Algunos deportistas están deseando probar la comida japonesa en el lugar.
Con información de AFP
AAH