La figura de Colin Kaepernick ha trascendido más allá del deporte en sí. Por estos días, ha vuelto a estar en boca de todos por las continuas protestas contra la violencia y la discriminación de los afroamericanos, siendo una de las voces más representativas en este sentido. Su valiosa lucha contra las arcas del poder y contra la segregación racial también lo oprimió de una de las ligas más importantes del mundo, la NFL.
Para conocer a Kaepernick en el mundo del deporte hay que remontarse a casi 10 años atrás cuando el joven atleta fue seleccionado en la segunda ronda del NFL Draft 2011 por un equipo histórico de la liga, como son los San Francisco 49ers, en un intercambio con los Denver Broncos.
La selección de 'Kaep' iba a tener impacto rápido en San Francisco. Una temporada después ya estaba jugando su primer y único Super Bowl. Fue en 2012 en el SB XLVII donde perdió ante los Baltimore Ravens por 34 a 31.
El tiempo pasó y Kaepernick volvió a ser noticia en 2016, pero por un acto que hasta el día de hoy sigue haciendo ruido en la sociedad estadounidense y en todo el mundo. Colin se arrodilló ante el himno nacional en un partido de pretemporada como parte de un reclamo antiracista. Ese fue el comienzo del fin para su historial en la NFL y el nacimiento de todo un símbolo en el mundo del deporte en la búsqueda de la igualdad y la lucha por los Derechos Humanos.
Kaepernick vs NFL, Donald Trump y las críticas de la sociedad estadounidense
La rodilla en el suelo de parte de Kaepernick repercutió fuerte en todo Estados Unidos. Muchos lo tomaron como una provocación de parte del quarterback de los 49ers. Aunque, detrás, había una explicación de una larga nueva-vieja lucha contra el racismo.
"No voy a levantarme y a mostrar orgullo por la bandera de un país que oprime a la gente negra y a la gente de color", fue la respuesta de Kaepernick ante las consultas y las críticas por su acción.
El hartazgo del deportista contra el racismo se explica en el caso de 2014 donde un policía de Nueva York, Eric Pantaleo, estranguló durante 15 segundos y mató al afroamericano Eric Garner. Ese hecho desató el principio de la lucha del Black Lives Matter, además de popularizar la frase "I can't breathe", la cual dijo el hombre asesinado antes de morir.
El hecho no sólo mostró el hartazgo y enojo de Kaepernick, ya que hasta la NBA se manifestó en contra. Lebron James, estrella de la competencia, fue uno de los que se manifestó contra este hecho, al igual que varios otros jugadores. El deporte comenzaba a manifestarse contra uno de los tantos hechos de violencia contra los afroamericanos.
Para Kaepernick, sin embargo, arrodillarse le iba a costar una gran parte de su carrera deportiva. Para muchos estadounidenses, el jugador le faltó el respeto al país, por violar las normas a la hora de sonar el himno. Para colmo de males, luego de su gesto, se ganaría un enemigo directo, Donald Trump, quien resultó el ganador de las elecciones a presidente de los Estados Unidos, meses después de aquel hecho.
Trump, en uno de sus primeros discursos como presidente estadounidense, prácticamente pidió la cabeza del quarterback. Exigió a la NFL que sancione a todos aquellos jugadores que pusieran "rodilla en tierra" ante el himno nacional. Un gesto que 'Kaep' popularizó y contagió a colegas de la propia liga, pero también de otros deportes, como la talentosa Megan Rapinoe, campeona del mundo con los Estados Unidos en el Mundial de Francia 2019.
Ante las palabras de Trump, Kaepernick fue rechazado y marginado de la NFL. Su último partido en la liga fue el 1 de enero de 2017 hasta que los 49ers lo cortaron. Ningún equipo de la liga lo volvió a contratar. Es más, el presidente de una de las franquicias reconoció que su actitud ante el himno nacional podría hacer que las ventas de boletos se vean reducidas si lo contrataban.
De marginado a símbolo de lucha
Ser marginado de la NFL le costó a Kaepernick su carrera deportiva, no así continuar con su lucha contra el racismo. Su figura también es buscada como un precursor de los hechos que se han instalado en el último tiempo y que retratan la violencia que sufren los afroamericanos.
Uno de los mayores luchadores en este sentido es precisamente Lebron James, quien en más de una oportunidad se ha expresado contra la opresión hacia la comunidad negra y contra las opiniones del presidente Trump, quien ha hecho "oídos sordos" ante estos hechos de violencia.
"El odio siempre existió en América. Sí, lo sabemos, pero Donald Trump lo volvió a poner de moda. Las estatuas no tienen nada que ver con nosotros", Lebron James.
Esta disputa tuvo su apogeo durante este 2020 tras el caso de George Floyd, un hombre afroamericano, asesinado durante una detención por el policía de Minneapolis, Derek Chauvin. Éste lo asfixió poniendo su rodilla contra el cuello. Esto tuvo una dimensión a nivel mundial, que llevó incluso a protestas en las ciudades más importantes del mundo, desatando también una tensión social en Estados Unidos.
Incluso los detractores de Kaepernick, la NFL y aquellos críticos, mostraron su apoyo a la lucha contra el racismo. ¿En qué quedamos? La hipocresía y el oportunismo para apoyar una lucha viral. Con el quarterback no sólo hicieron "oídos sordos", sino que también lo despreciaron y lo humillaron.
Más allá de esto, Kaepernick continuó con sus convicciones en la lucha por la igualdad. Ante el caso de Floyd volvió a tomar dimensión aquel gesto de rodilla en tierra y fue reivindicado, a pesar de que la NFL lo sigue teniendo 'prohibido'.
Los casos de violencia contra los afroamericanos continúan lamentablemente por estos días ante el caso de Jacob Blake, un joven asesinado a manos de la policía en Wisconsin. Nuevamente, Lebron James encabezó una protesta que derivó en un boicot contra los Playoffs de la NBA, quienes no vieron acción durante dos días. Ante esto, Kaepernick envió un mensaje.
"Hace cuatro años, el 14 de agosto de 2016, comencé a protestar contra el racismo sistémico y la injusticia social. La verdad es lo que buscaba. Solidaridad es lo que me mostraste. El amor es lo que nos mueve hacia adelante. Gracias por ser fiel a la verdad", dijo el quarterback.
La lucha incesante de un hombre que fue marginado hasta de su propio deporte no le impide hacerse a un lado cuando los problemas sociales están más vivos que nunca. Kaepernick sigue siendo ese luchador y batallará hasta fuera del campo con tal de encontrar la igualdad en un mundo desigual.