Los Baltimore Ravens cobraron revancha ante los Tennesse Titans. Con una intercepción sobre Ryan Tannehill, en los dos minutos finales del juego, los Ravens sepultaron las esperanzas de los locales y sumaron la primera victoria de Lamar Jackson en postemporada, con un marcador de 20-13 que les dio el pase a la ronda divisional.
Aunque los Titans demostraron parte de su potencial en las primeras series ofensivas, Henry tuvo una discreta participación y el juego aéreo se volvió la única alternativa para su ofensiva. De la mano de AJ Brown, consiguieron el primer touchdown.
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Lamar Jackson, entretanto, parecía extraviado del juego y sumamente nervioso. De ahí que fuera interceptado en su primera serie y, en un abrir y cerrar de ojos, permitiera el gol de campo de los Titans, con el que lograron una ventaja por 10 puntos. El panorama era complejo, pero Baltimore estaba dispuesto a renacer.
Al tiempo que la defensiva de los Ravens seguía nublando a Henry y cerrándole los caminos, Jackson empezó a crecer y se convirtió en una de las armas más letales por tierra. Primero, provocó que su equipo respondiera con un gol de campo y, poco después, el quarterback encontró el espacio necesario para llevarse el touchdown terrestre.
La reacción fue redondeada con otro TD y otro gol de campo, para dejar el juego 20-13. Nada pudo apagar el espíritu combativo de los Ravens. Con Lamar Jackson como símbolo, se instalaron en la ronda divisional.
AH