Los caminos al éxito no suelen ser fáciles. A veces traen dentro de sí una historia lleno de sacrificios o desgracia, como la que tiene el wide receiver de los Tampa Bay Buccaneers, Mike Evans, que se ha convertido en el compañero ideal de Tom Brady en esta temporada.
El jugador tendrá la responsabilidad de conectar con el histórico mariscal de campo este domingo en el duelo por el título de la NFL
No muchos pueden presumir la dicha de jugar un Super Bowl ni de ser el mejor compañero de Brady en el emparrillado, sin embargo, Evans lo hace con creces. Tuvo 70 recepciones para mil seis yardas y 13 touchdowns. En cuánto a yardas, la mejor que tuvo fue en 2018 cuando superó las mil 500, pero en cuanto a anotaciones, 2020 fue la mejor, ya que su máximo habían sido 12 en 2014 y 2016.
Pero lo anterior se dio después de pagar un caro costo desde la infancia, el cual lo orilló a refugiarse en el futbol americano.
La dura infancia de Mike Evans
Cuando Evans era un niño, sufrió una situación muy traumante, pues fue testigo de un crimen, además de sufrir violencia intrafamiliar.
El padre del jugador era un hombre violento que se ejercía violencia sobre Heather Kilgore, la madre de Mike. Al ver dichas injusticias y malos tratos, uno de los tíos del jugador se vio en la necesidad de asesinar al golpeador padre.
Mike Evans, en ese entonces con nueve años de edad, vio todo con sus propios ojos, lo cual generó una especie de trauma, la cual pudo tratar con el futbol americano de su lado.
El wide receiver aseguró que le costó mucho trabajo superar dicho espisodio, pero pudo salir adelante y convertirse en la estrella de la NFL que es ahora.
En el Draft del 2014 llegó a los Tampa Bay Buccaneers para afianzarse como uno de los mejores del equipo y ahora, con la llegada de Brady, construyó una dupla de miedo que espera brillar en el Super Bowl LV.
FDR