Jeffrey Lurie es un ex profesor reconocido por ser amante de los deportes, hoy se ha destacado por ser propietario de los Philadelphia Eagles, un equipo que está peleando por tener un nuevo Vince Lombardi entre sus vitrinas ante los Chiefs de Kansas City, pero su historia no ha sido tan fácil como ahora lo parece y quizá hay algunos datos que desconocías del también empresario.
Nació en el año de 1951 y desde entonces se consideró amante de los deportes, creció en los suburbios de Boston y apoyaba a los Boston Bruins, Celtics y Red Sox. Sin embargo, no sería hasta 1958 cuando su pasión por el football nacería al ver por primera vez jugar al gran hombre Johnny Unitas, quien en aquella época llevaría a los extintos Baltimore Colts a una victoria única en tiempo extra ante los New York Giants en el juego por el campeonato de la NFL.
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Dos años más tarde asistió al primer partido en casa de los, también extintos, Boston Patriots y más tarde se hizo acreedor de un boleto de temporada, pues ese fue el equipo que lo enamoró completamente y, por el que, estaba feliz de asistir partido a partido y nunca lo alejaría de aquel deporte.
Estudio política social en la Universidad de Clarks Boston y Brandeis, donde obtuvo un doctorado, curiosamente se lo llevó gracias a su tesis sobre la representación de la mujer en el cine. Precisamente el cine sería su punto y aparte, si bien su familia había tenido gran éxito en el mundo de los negocios con la fundación de General Cinema Corporation en 1935, la cual se convertiría en una de las más populares de la historia, llegando a recolectar hasta $2.1 millones de ingresos netos, él no estaría muy interesado en seguir los pasos familiares.
Eso lo llevó trabajar brevemente como profeso universitario adjunto, pero al final terminaría por unirse a la empresa familiar General Cinema en 1938 y dos años más tarde se independizó y fundó Chestnut Hill Productions. Compañía que produjo varias películas como “Sweet Hearts Dance” en 1988 con Don Johnson, Susan Sarandon y Jeff Daniels, misma que no logró tanto éxito.
Tras el fracaso en el cine, en el año de 1993 se presentaría la oportunidad de su vida: comprar los New England Patriots. El equipo que había conquistado su corazón en la infancia, ahora podría ser suyo. Lamentablemente el sueño terminó cuando la oferta por el equipo resultó sumamente elevada, por lo que tuvo que salir del proceso.
Pero Luarie no era conocido por darse fácilmente por vencido y gustaba de arriesgarse, por lo que en 1994 se daría la oportunidad de su vida. El entonces propietario de los Eagles, Norman Braman puso a la venta el equipo, pues tampoco era en lo que deseaba seguir emprendiendo, por lo que se haría una oferta por $185 millones por ella. Si bien no sería nada sencillo para él y su familia, no desistirán.
Jeffrey Laurie se arriesgo y pidió el préstamo nueve cifras del Bank of Boston y puso juego el fideicomiso familiar para hacerse del equipo de Philadelphia. Es importante destacar que se considera uno de los más altos para una franquicia y, hasta ahora, el más elevado de todos, actualmente tiene un valor de $4.9 mil millones, de acuerdo a la información de la revista Forbes.
Desde su llegada hizo reemplazar las instalaciones de práctica de los Eagles y el estadio, el Veterano Stadium fue una prioridad, pues lo consideraba una de las peores instalaciones del deporte. En 2001 construyó el Lincoln Financial Field, que tuvo un valor de $512 millones y fue financiado con $200 millones en dinero público y $140 millones en derechos de nombre.
La familia de Laurie actualmente controla el 92% del equipo y es miembro de los comités de finanzas, medios e internacional de la NFL. Su hijo Julian, se unió a la organización en operaciones comerciales y de fútbol está temporada. Laurie aún continua en la producción de película, agregando un tercer premio de la academia al mejor documental en 2022 por “Summer of Soul”, que recordó el Festival Cultural de Harlem en 1969.