La confianza de Victoria Azarenka fue inquebrantable. En tres sets, la bielorrusa derrotó a la estadounidense Serena Williams, número tres del mundo, con parciales de 6-1, 3-6 y 3-6, para llegar a la final del US Open, en la que enfrentará a la japonesa Naomi Osaka, cuarta en el ranking de la WTA y verduga de Jennifer Brady.
Siete años después, Azarenka llegó a la final de un torneo de Grand Slam. Hizo lo que tenía que hacer ante Williams: resistir, atacar, encaminar su reacción y acabar con la energía de una jugadora que, pese a toda su fuerza, se resintió de una molestia en el tobillo y no volvió a jugar como sabe.
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Osaka, por su parte, resolvió los aprietos ante Brady, que la obligó a llevar el juego hasta el tercer set, pero con un resultado desfavorable: 6-7, 6-3 y 3-6. Ahora, con 22 años, irá en busca de su tercer título de Grand Slam.
Así, la final individual del Abierto de Estados Unidos reunirá a una de las mejores clasificadas frente a la responsable de la mayor sorpresa en semifinales. El pronóstico será reservado.
AAH