Sergio Pérez es la sensación mexicana de la Fórmula Uno. Después de una temporada llena de buenas actuaciones, las cuales se tradujeron en el título de pilotos de su compañero Max Verstappen, el piloto tapatío tiene aún varios años como protagonista de la máxima categoría, a la que pudo no llegar por culpa del futbol, pero así fue la verdadera historia de cómo llegó a la F1.
El inquieto Checo Pérez siempre tuvo como prioridad el sueño de jugar en las Águilas del América, pero un día todo cambió. Su destino dio un giro de 180 grados y fue apoyado no sólo por su padre, sino por grandes empresarios que vieron en el mexicano la oportunidad de ver a un piloto nacional en la Fórmula Uno.
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El riesgo apareció dos veces, cuando Pérez descuidaba las carreras por ver jugar a su equipo en el Estadio Jalisco o cuando de plano renunció al automovilismo para convertirse en futbolista, lo que su papá aceptó con pesar, pues eran los carros la pasión de la familia.
¿Cómo llegó Checo Pérez a la Fórmula Uno?
Después que estuviera en riesgo la carrera en el automovilismo por culpa del futbol, el mexicano se decidió de una manera muy peculiar, pues no fue hasta que se subió a un monoplaza de la Fórmula, en la categoría Ford en Inglaterra, donde competía su hermano, cuando se dio cuenta que lo suyo estar sobre un auto de carreras.
Pero después llegó la mano de Carlos Slim, quien le pidió al padre de Checo que se lo dejara, que él iba a educar al chico y se haría cargo de él para que llegara a la Fórmula Uno, a lo que no se pudo negar el orgulloso papá, quien de palabra dejó que se convirtiera en su tutor y padrino.
Más tarde, a los 14 años, llegó la hora de que Checo se fuera solo a Alemania para competir y prepararse como piloto, lo cual le abrió la puerta para que se convirtiera en el piloto que es hoy en día.
FDR