Es imposible hablar de la historia deportiva que hay en México sin mencionar a la Lucha Libre. Esta disciplina, la cual es espectacular por sus vuelos y el ambiente que existe arriba del ring, ha logrado consolidarse como una de las más tradicionales por los pancracios en los que se presentan los luchadores y por la forma en cómo estos logran crear personajes como Enjambre Jr y Misteryk, mismos que, sin embargo, han tenido que sufrir los estragos económicos de su amor por este deporte.
La Lucha Libre mexicana es consolidada como una de las mejores a nivel mundial junto a la japonesa y a la norteamericana. Lo anterior se debe a la facultad de la mayoría de los atletas por subsanar a ras de lona y a través de la lucha aérea, la cual ha aumentado de manera superlativa su nivel de popularidad en los últimos años.
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Y así como existen puntos destacados, la Lucha Libre no queda exenta de aquello que puede mejorar. Este deporte, dicho por sus protagonistas, normalmente no es regulado y lo anterior hace que muchos de los atletas, que no cuentan con nombres ostentosos y que no están en las grandes ligas, estén obligados a tener una “doble vida” en función del poco capital económico que suelen recibir por lucha.
Enjambre Jr y Misteryk, cómo solventar la vida a través de la Lucha
Al ser un deporte tradicional al interior del país, los encargados del mismo suelen no ser justos al momento de retribuir a sus atletas, los cuales deben buscar otros empleos para subsanar su vida y la de sus seres cercanos. En entrevista exclusiva con El Heraldo Deportes hablan Enjambre Jr y Misteryk, creadores de la Venom Force que ingresaron en el profesionalismo en 2019 y quienes cuentan con un doble trabajo debido a los pocos aperitivos económicos que la Lucha Libre tiene para ellos dentro del terreno independiente.
“Normalmente nosotros cubrimos los gastos en cuanto a lesiones se refiere porque son muy pocos los promotores que te echan la mano. En mi debut no me pagaron. Sin embargo, mi profesor Comando nos daba algo simbólico. (…) Mi debut no estuvo planeado porque salí como luchador emergente, pero fue en una función super buena en la que la Arena se llenó”, subraya Enjambre Jr.
Ambos luchadores han tenido la obligación de contar con otros empleos ante la nula gratificación económica que significa el formar parte de la Lucha Libre que no incluye las empresas más importantes del país y que no los coloca en los primeros planos. Ante esto, el líder de la facción subsiste a través de la producción audiovisual, mientras que su hermano lo hace gracias a una taquería ubicada a unas calles de la estación Olímpica, ubicada en la Línea B del Metro de la Ciudad de México.
“No sale”, las palabras de los promotores
El amor por este deporte es tan grande que ambos se mantienen pese a lo crudo que significa terminar una batalla. Sin embargo, lo anterior no exime el hecho de que los dos hayan pensado en “tirar la toalla” en más de una ocasión debido a las constantes trabas que suelen encontrar al momento de recibir sus remuneraciones, mismas que en ocasiones “no salen” debido a la postura de los promotores que crean las funciones al interior del país.
“He pensado en retirarme porque tengo una hija, y cuando tienes esas responsabilidades buscas más el dinero para ellos que para uno mismo. Si por mi fuera viviría de atún diario para seguir mi sueño, pero ahora ella es mi prioridad. (…) Muchas veces he cerrado la taquería para ir a una función y no me pagan. ¿Te imaginas cuánto perdí por no vender?”, suscriben.
Conscientes de esto, los hermanos de la Venom Force entienden que la Lucha Libre se ha convertido en su “segundo estilo de vida”, y pese a lo complicado que resulta mantener el ritmo de sus compañeros, intentan entrenar y subir al ring al menos una vez a la semana si sus otros empleos se los permite.
Aun así, el deporte insignia de México es tan perseverante que tanto Enjambre Jr como Misteryk contemplarían dejar su segundo trabajo en función de perseguir sus sueños si es que consiguen la oportunidad de presentarse en las grandes Ligas.
“La Lucha Libre nos ayuda a nosotros a conocer lugares que, por nuestra propia bolsa, no podríamos conocer. Mi deseo y mi motivación es eso, que la gente me grite como yo les gritaba a mis luchadores favoritos (…) Sacrificaría cualquier cosa para ser reconocido”, sentencian.
AC