Apasionado a las emociones fuertes, Vladimir Putin, presidente de Rusia, le declaró la guerra a Ucrania y provocó la suspensión del Gran Premio de Sochi, aunque en 2010 se convirtió en el primer presidente que manejó un auto de F1.
En plena invasión a Ucrania, F1 decidió cancelar definitivamente el Gran Premio de Rusia que se iba a realizar el 25 de septiembre en el circuito de Sochi, siguiendo los pasos de la UEFA de no realizar la final de la Champions League en San Petersburgo el 28 de mayo y pasarla mejor al estadio de Saint-Denis, en París.
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“La F1 visita todos los países alrededor del mundo con la visión positiva de unir a la gente y de juntar naciones. Estamos viendo cómo se desarrolla la situación en Ucrania con tristeza e impactados. Esperamos un cambio y una resolución pacífica. Junto a los equipos, hablamos sobre la posición que tiene nuestro deporte y la conclusión es que es imposible llevar a cabo el Gran Premio de Rusia en las circunstancias actuales”, anunció la FIA.
Los ataques armados de Rusia a su vecino país llegan justo cuando los test de pretemporada de F1 se realizan en el circuito de Montmeló, con miras al arranque oficial de la temporada 2022 el próximo 20 de marzo en Baréin y con la duda de qué Gran Premio sustituirá al de Rusia.
¿Cuándo Vladimir Putin manejó un auto de F1?
Ex agente de la KGB, el presidente ruso Vladimir Putin es adicto a la adrenalina, a las emociones fuertes, tanto que ya montó a un oso siberiano, disfruta de la caza, cabalga con el torso desnudo sin importar las bajas temperaturas y hasta ha manejado un bombardero nuclear Antonov AN26, por lo que no podía dejar pasar la oportunidad de subirse a un auto de F1.
Fue en 2010 cuando Vladimir Putin, como Primer Ministro, se subió a un viejo Prost AP04 de 2001 disfrazado de Renault R30, utilizado hace 12 años en F1, luego de varios kilómetros de práctica en un monoplaza.
Hasta ese entonces, nadie de su rango lo había hecho, pues presidentes de otras naciones solo se limitaban a aparecer en la formación de salida antes de la arrancada, entregando los premios a los ganadores o en sus respectivos palcos, pero ninguno decidió subirse a un F1 y dar vueltas a 240 kilómetros por hora solo para ver qué se sentía.
En aquel entonces Vladimir Putin usó un casco con los colores de la bandera rusa, que también incluía el escudo de armas en la parte superior y la inscripción “Rusia” en cirílico en la visera: “Mi viejo Zaporozhets tenía más espacio”, aseguró tras comparar el estrecho cockpit con uno de los vehículos que fueron símbolo del comunismo soviético.
EG