Jaime Jaquez es uno de los contendientes más fuertes al Novato del Año de la NBA, poniendo en alto el nombre de México en el mejor basquetbol del mundo, al igual que espera hacerlo su hermana Gabriela, quien actualmente busca llevar al título de la NCAA a la UCLA para convertirse así en toda una inspiración para las mujeres mexicanas.
Lo que alguna vez soñó de niña, lo está viviendo Gabriela en la actualidad con UCLA en la NCAA pues siempre ha vivido rodeada del deporte ráfaga y eso la ha convertido en una mujer especial, una jugadora que se dice única y que reconoce que el trabajo y el sacrificio la han llevado a ella y a su hermano Jaime Jaquez hasta dónde está en la NBA.
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Los Jaquez, familia basquetbolera de Zapotlanejo
Gabriela busca seguir los pasos de su hermano Jaime Jaquez en la NBA jugando para UCLA mientras se enorgullece de su herencia mexicana con promedio de 31 puntos por partido, aunque la temporada pasada anotó 52 en un partido de playoffs, la segunda mayor cantidad en la historia del baloncesto femenino del condado de Ventura.
Su abuela Gloria procede de una familia de 14 hermanos de Zapotlanejo y se casó a los 20 años en Oxnard tras visitar a una de sus hermanas. Con licencia de esteticista en México, Gloria fue a Estados Unidos y obtuvo su licencia de cosmetología, dirigiendo un exitoso salón de belleza durante muchos años. Ahora viven en Camarillo y a menudo se le puede ver en las gradas durante los partidos de su nieta. “Se siente muy orgullosa de que podamos jugar en un escenario tan grande y de representar la cultura mexicana también”, afirma Gabriela.
Jaime y Gabriela, reflejo de la fuerza de su abuela
La familia es extremadamente importante para Gabriela, dijo su padre Jaime Jáquez Sr., quien asegura que el atletismo es predominante ya que su hermano mayor, Jaime Jaquez Jr., juega en el Miami Heat de la NBA y su hermano menor, Marcos, es jugador de futbol en Camarillo, mientras sus padres fueron jugadores de basquetbol en la Universidad Concordia de Irvine.
“Llevo el trabajo duro en la sangre, viene de ella (su abuela Gloria)”, añade Gabriela, quien después de comprometerse con UCLA, ahora tiene un objetivo en su espalda: la WNBA. Su sueño siempre ha sido asistir a UCLA. Cuando estaba en la escuela primaria, le decía a su abuela que iba a jugar al baloncesto allí. Rebuscando entre sus recuerdos, ella y su madre, Ángela, redescubrieron un trozo de papel que Gabriela había escrito como objetivo: jugar en la UCLA, para después pasar al profesionalismo, donde solo ha habido cinco jugadores mexicanos en la historia de la NBA: “Nunca vi eso mientras crecía. Me imagino la inspiración que mi hijo y luego mi hija van a provocar en la gente”, afirma la orgullosa madre.
EG