Max Verstappen y Sergio Pérez mantienen una relación mucho más sólida de lo que suele mostrar la superficie de la Fórmula 1. Pese a los roces inevitables entre dos pilotos que comparten un auto ganador, ambos siempre destacaron el respeto mutuo, incluso en momentos de máxima tensión dentro del equipo. Esa convivencia deportiva, con altos y bajos, también les permitió atravesar juntos uno de los ciclos más dominantes de la escudería austriaca.
Con el paso del tiempo, “Mad Max” ha reconocido que la presencia de “Checo” fue determinante para consolidar la hegemonía de Red Bull. Las estrategias compartidas, el trabajo conjunto en pista y la capacidad del mexicano para sostener presiones externas construyeron una dupla que, puertas adentro, funcionó mejor de lo que muchos imaginaron.
Incluso después de la salida del tapatío, el neerlandés ha dejado en claro que valora profundamente el trabajo de su excompañero. Hoy, con mayor perspectiva, admite que la dinámica dentro del equipo no siempre favoreció al azteca, pero resalta que la relación entre ambos sigue siendo positiva y marcada por la madurez deportiva.
Max Verstappen revela la gran injusticia que vivió Checo en Red Bull
La reciente entrevista de Verstappen abrió una ventana inesperada sobre lo ocurrido en la temporada 2023, cuando Checo Pérez comenzó el año como serio candidato al título. El mexicano logró dos victorias, dos segundos puestos y un quinto lugar en las primeras cinco carreras, convirtiéndose momentáneamente en el principal favorito. Ese rendimiento, sin embargo, generó tensiones dentro del garaje, donde figuras como Helmut Marko y Jos Verstappen comenzaron a señalar públicamente dudas sobre el nivel del tapatío.
Max fue directo al explicar la raíz del conflicto: “Cuando tienes a los dos mejores pilotos en un equipo, siempre se van a estorbar mutuamente. Y, al final, aunque el equipo sea dominante, acabará por separarse y tener problemas”. Según el campeón europeo, esa situación llevó a Red Bull a tomar decisiones que inclinaron el equilibrio interno en su favor.
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“Si yo fuera jefe de equipo, jamás correría ese riesgo. La situación se vuelve aún más insostenible cuando se lucha por el Campeonato, y creo que lo veremos muy pronto en la Fórmula 1?, continuó agregando.
Con el paso de las carreras, Pérez dejó de ser un contendiente real y su rol volvió a centrarse en apoyar al campeón.
Las palabras del neerlandés permiten reconstruir lo que muchos sospecharon: el equipo no estaba cómodo con un duelo directo entre sus pilotos. “Super Max” reforzó esa idea al remarcar que “la situación se vuelve aún más insostenible cuando se lucha por el Campeonato”, y cerró con una reflexión contundente sobre el recambio generacional: “En Fórmula 1, cuando un piloto veterano está en la cima de la carrera, se necesita otro piloto joven que tome el relevo cuando su rendimiento disminuya”.
Así, la temporada 2023 dejó una huella definitiva, con un inicio prometedor para Checo que se diluyó entre presiones, decisiones internas y un favoritismo que hoy el propio Max deja entrever sin rodeos.
