La noche del 16 de agosto en el United Center de Chicago quedará marcada como una de las más grandes en la carrera de Khamzat Chimaev. El ruso se enfrentó al campeón sudafricano Dricus Du Plessis por el cinturón de peso mediano en un combate que captó la atención del mundo entero de la UFC.
La pelea cumplió con las expectativas, con un primer asalto de estudio y un segundo round donde los golpes de Chimaev empezaron a marcar diferencia. Du Plessis, fiel a su estilo agresivo, intentó llevar la pelea al intercambio, pero la contundencia de su rival terminó inclinando la balanza en favor del europeo, que salió victorioso tras una batalla intensa.
A pesar de la derrota, Dricus dejó claro por qué se ganó un lugar entre los mejores. El sudafricano no solo mostró valentía en el octágono, sino que además su nombre continúa en crecimiento dentro de la empresa, siendo uno de los peleadores más rentables para UFC.
La fortuna detrás de su victoria
El éxito deportivo vino acompañado de una recompensa millonaria. Khamzat Chimaev embolsó 1.8 millones de dólares por enfrentar a Dricus Du Plessis en UFC 309, la cifra más alta de toda su trayectoria. Esta suma se conforma tanto del acuerdo previo con la empresa como de los ingresos por la venta de PPV, que superaron las expectativas gracias a la expectativa global por la pelea.
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Aunque la bolsa de Chimaev fue histórica dentro de la UFC, sigue siendo menor a las cifras que manejan los grandes boxeadores en sus combates estelares. La compañía presidida por Dana White mantiene una política salarial distinta, donde cada peleador cobra según el impacto que genera en el negocio. En ese sentido, Chimaev ya es considerado un imán de público y sus ganancias seguramente seguirán en aumento con cada presentación.
El futuro económico de UFC sin PPV
La pelea también dejó en claro que los tiempos están cambiando para la empresa. A partir de 2026, UFC tendrá un nuevo acuerdo con Paramount, lo que significará la eliminación del sistema de pago por evento en Estados Unidos. Esto modificará por completo la manera en que los peleadores negocien sus contratos, ya que deberán buscar nuevas vías de ingresos y bonos directos, en lugar de depender del número de ventas del PPV.
