Sergio Kun Agüero es una de las personas que más conoce a Lionel Messi. Ambos iniciaron de muy joven su etapa en la Selección Argentina con los juveniles y es hasta el día de hoy que todavía comparten habitación en la concentración. El futbolista del Manchester City reveló cómo es su amigo como compañero de habitación y no lo dejó bien parado.
En una entrevista para el programa argentino Santo Sábado (América TV), Kun Agüero reveló que duerme en las concentraciones con Messi desde que tenía 17 años, y ambos ya tienen más de 30. Así que puede dar fe de cómo es compartir cuarto con el crack del Barcelona.
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Según asegura el Kun, la televisión es una de las quejas que tiene Leo para con él. "Estamos mirando la tele y él se da la vuelta y se va a dormir. Y yo sigo viéndola y a veces me duermo con ella encendida. Y al día siguiente me dice que siempre dejo la tele prendida", confesó el exdelantero del Atlético de Madrid e Independiente.
Para meter más "conflicto" a la convivencia, el entrevistador (Guillermo López) le pregunta a Agüero si ya son como "un matrimonio desgastado". Y su respuesta no deja dudas: "Exacto".
"Messi es muy quejón"
La televisión no es el único foco de tensión entre Kun Agüero y Messi. Al parecer, la ducha y la puntualidad también generan asperezas, según revela el goleador del Manchester City.
"Él es muy quejón. Llegamos, por ejemplo, a las 19.30 al hotel y cenamos a las 21.00. Y hay tiempo. Pero Leo se ducha nada más llegar y ya se queda bañadito. Y yo, ahí en calzoncillos... Y pasa el tiempo y él faltando media hora, ya empieza: 'A las 21.00 vamos a comer, faltan 30 minutos'. Y yo sigo un rato con el celular y me vuelve a decir: 'Quedan 10 minutos. Siempre llegamos tarde, hace una hora que estamos acá'. Y ya entonces voy. Empieza la mala onda y a él no le gusta llegar justo", contó el Kun.
La entrevista con el citado programa también dejó algunos anécdotas insólitas de parte de Agüero. Reveló que su último "capricho" fue comprarse un Ferrari, que su héroe es Gokú (Dragon Ball), que se arrepiente de haberse comprado un Lamborghini y que su perro le destroza los cables de la consola PlayStation.
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