Lionel Messi no pudo encontrar el punto débil de la Juventus. En la visita de los italianos al Camp Nou, el capitán del Barcelona estuvo lejos de su mejor nivel y perdió la batalla individual ante Cristiano Ronaldo, su habitual competidor en el premio al mejor jugador del mundo.
La noche de Messi terminó siendo una más en la historia de la Champions League. Lanzó pocos tiros, burló pocas veces y, después de sufrir los goles de Cristiano, encabezó una lucha en solitario frente a Gianluigi Buffon, el símbolo de la Vecchia Signora.
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Fue Buffon, precisamente, el único hombre en el campo que pudo sacarle una sonrisa. Los dos amigos se buscaron y se encontraron al final del partido, para intercambiar un emotivo abrazo y regalarse las camisetas. La imagen quedó retratada en las cámaras de televisión, pese al ánimo golpeado de ‘La Pulga’.
Durante el juego, Messi trató de encontrar un espacio para hacerle daño a Buffon. Lo intentó cada vez que pudo, aunque fue insuficiente ante la férrea zaga italiana. La Juventus, al final, se llevó los tres puntos con una goleada por 0-3 y avanzó a la siguiente ronda de la Champions como líder de grupo. En el vestidor, sin embargo, los dos amigos se reconocieron mutuamente.
AAH